Caminaba por el campo y vio entre las plantas al ser más inesperado

El lunes pasado, un peón rural trabajaba en un terreno de la localidad de Pau Seco, en el distrito de Humildes (Bahía, Brasil), cuando notó que en medio de la vegetación algo se movía y producía ruidos. Al acercarse, descubrió con sorpresa que se trataba de un recién nacido. Pero como si esto fuera poco, más tarde descubrió que el bebé abandonado era nada menos que el hijo de su propia nieta.  

A Antônio Machado le costaba creer que su nieta, de 16 años, hubiera dejado allí al niño. Es más: ni siquiera sabía que su nieta estuviera embarazada. Nada en el clima del día le adelantó cómo iba a concluir su jornada.

Sintió ruiditos. Al principio pensó que podía tratarse del maullido de un gato. Sin embargo, al sospechar que los grititos sonaban demasiado humanos, interrumpió su trabajo. “Oyó algo que parecía un gato maullando; se detuvo y dejó de cortar la hierba", relató Raimundo Bispo, hermano de Antônio, en declaraciones al diario Tribuna de Jundai. "Al cabo de un rato volvió a notar el sonido y se volvió loco. Miró y vio que era un niño, que estaba en medio del bosque”.

La Justicia deberá definir con quién se queda el niño

Los reportes indican que el nene está sano. La mamá ha sido citada por la Policía: se trata de una adolescente que aparentemente cursó el embarazo sin decirle nada a nadie. Raimundo contó que Antônio llamó a las demás personas de la casa y juntos llevaron al bebé a la comisaría de Humildes. De ahí, el pequeño fue trasladado al Hospital Estatal de Niños (HEC), donde permanece hospitalizado.

Ahora la Justicia brasileña tendrá que definir si es un caso de abandono de persona. Si eso se confirma, el Tribunal definirá el destino del menor. Entre tanto, la adolescente fue atendida en el Hospital de la Mujer, en Feira de Santana, y fue dada de alta el mismo día. Se desconoce quién es el padre del chico.