Receta de macarons franceses: secretos para que salgan bien desde el primer intento.
Receta de macarons franceses con almendra y relleno cremoso, el clásico pastelito colorido que conquista por su sabor y elegancia. ¡Probá hacerlos en casa!

Receta de macarons rellenos: un postre dulce, elegante y delicioso.
ShutterstockSi siempre quisiste aprender a hacer macarons, esta receta es para vos. Con instrucciones claras y los ingredientes justos, esta preparación de macarons te enseñará cómo lograr esa textura crujiente por fuera y suave por dentro, ideal para lucirte con un postre elegante y delicioso.
Los macarons puede parecer compleja a primera vista, pero con paciencia, precisión y los pasos adecuados, cualquiera puede prepararlos en casa. Estas delicadas galletas de origen francés están hechas con una base de harina de almendras, azúcar glass y claras de huevo batidas en merengue. Lo que los hace únicos es su textura: una fina capa exterior ligeramente crocante que da paso a un interior tierno y húmedo, todo unido por un relleno cremoso, que puede ser ganache, buttercream o mermelada. El proceso de macaronage —la técnica de mezclar el merengue con los ingredientes secos— es fundamental, así como el tiempo de secado antes de hornear, para lograr el clásico “pie” o corona característica de los macarons. Esta preparación está pensada para que puedas seguirla paso a paso, incluso si es tu primera vez. Y lo mejor: podés personalizarlos con colores y sabores distintos para cada ocasión.
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Ingredientes
Para las tapas: 110 g de harina de almendras, 200 g de azúcar impalpable (glass), 100 g de claras de huevo (a temperatura ambiente), 30 g de azúcar común, colorante alimentario en gel (opcional).
Para el relleno básico (ganache de chocolate): 150 g de chocolate semiamargo picado, 100 ml de crema de leche, 20 g de manteca.
Paso a paso para preparar macarons caseros
- Tamiza la harina de almendras y el azúcar glass juntos en un bol grande. Es importante que no queden grumos, ya que esto afectará la textura final de las tapas. Si es necesario, tamiza dos veces para asegurarte de que estén bien aireados.
- En un bol limpio y seco, bate las claras con batidora eléctrica a velocidad media hasta que comiencen a espumar. Agrega el azúcar común en forma de lluvia y continúa batiendo hasta obtener un merengue firme y brillante. Si vas a colorear los macarons, añade en este punto unas gotas de colorante en gel y mezcla suavemente.
- Agrega los ingredientes secos al merengue en tres partes. Con una espátula de sila, mezcla con movimientos envolventes, presionando ligeramente la mezcla contra los bordes del bol. La clave es lograr una masa fluida pero no líquida, que al levantarla con la espátula caiga como una cinta gruesa y continua. Este punto es crucial: si bates de más, la mezcla quedará demasiado líquida; si no bates lo suficiente, quedará demasiado espesa.
- Coloca la mezcla en una manga pastelera con boquilla lisa (aproximadamente 1 cm de diámetro). Sobre una bandeja para horno con papel manteca o tapete de sila, formá discos de unos 3 cm de diámetro, dejando espacio entre ellos. Una vez listos, golpea suavemente la bandeja contra la mesa para eliminar burbujas de aire.
- Este paso es fundamental. Deja reposar los macarons a temperatura ambiente entre 30 minutos y 1 hora, hasta que al tocarlos suavemente con un dedo no se peguen. Esto permite que se forme una capa seca en la superficie, lo que ayudará a que durante el horneado se forme el característico pie del macaron.
- Precalienta el horno a 150°C (302°F). Hornea los macarons durante 12 a 14 minutos. No deben dorarse, solo secarse y cocinarse. Puedes abrir el horno brevemente a mitad de cocción para dejar escapar la humedad. Una vez listos, dejalos enfriar por completo antes de despegarlos del papel.
- En una cacerola pequeña, calienta la crema de leche (nata) hasta que esté a punto de hervir. Retira del fuego y vierte sobre el chocolate picado. Deja reposar un minuto y luego mezcla hasta que el chocolate esté completamente fundido. Agrega la mantequilla y mezcla bien. Deja enfriar hasta que tome consistencia.
- Coloca el ganache en una manga pastelera y rellena la mitad de las tapas con una pequeña cantidad. Cierra con otra tapa, presionando suavemente para que el relleno se distribuya. Conserva los macarons en la heladera durante al menos 24 horas antes de consumir: esto mejora su textura y sabor.
De la cocina a tu mesa
Los macarons caseros son un desafío de precisión, pero el resultado vale la pena: elegantes, sabrosos y perfectos para regalar o acompañar un café. Puedes hacerlos en distintos colores, cambiar el relleno por dulce de leche, crema de limón, frambuesa o lo que prefieras. Una receta para compartir y sorprender. ¡Y a disfrutar!