Prepara esta receta de mermelada de zanahoria y naranja: fácil y con pocos ingredientes.
Receta de mermelada de zanahoria y naranja: una combinación original, dulce y cítrica, perfecta para tus desayunos, postres o para regalar en frascos caseros.

Esta receta funciona tanto en desayunos como en platos salados, acompañando quesos, carnes o tostadas.
ShutterstockSi buscás una receta original, rica y una forma deliciosa de aprovechar frutas y verduras de estación, la mermelada de zanahoria y naranja es ideal. Es fácil de preparar, tiene un color vibrante y ofrece un sabor dulce con un toque cítrico que la vuelve realmente irresistible.
La mermelada de zanahoria y naranja combina lo mejor de dos ingredientes muy nutritivos: la zanahoria, con su dulzura natural y su aporte de fibra y betacarotenos, y la naranja, con su frescura, acidez y alto contenido de vitamina C. Juntas forman una mermelada suave, de textura espesa y color brillante, ideal para untar en panes, galletas, tostadas o incluso para usar como relleno de tortas y tartas. Es una opción perfecta para quienes buscan preparar conservas caseras sin recurrir a ingredientes artificiales ni conservantes. Además, al no ser una mermelada tan común como las de frutilla o durazno, sorprende y encanta a quien la prueba. El secreto está en lograr el punto justo de cocción y balancear bien el dulzor con la acidez natural de los cítricos.
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Ingredientes
500 g de zanahorias peladas y ralladas, 500 g de azúcar, 500 ml de jugo de naranja natural (aproximadamente 5 a 6 naranjas), ralladura de 2 naranjas, jugo de 1 limón, 1 ramita de canela (opcional), 200 ml de agua.
Paso a paso para preparar esta deliciosa mermelada de zanahoria y naranja
- Empieza pelando las zanahorias y rallándolas finamente. Cuanto más finas estén, más rápida será la cocción y más suave quedará la textura de la mermelada. Exprime las naranjas para obtener el jugo y cuélalo para eliminar semillas o restos de pulpa. También ralla la piel de dos naranjas, solo la parte externa, evitando la parte blanca que puede dar un sabor amargo. Exprime el jugo de un limón y reserva todo.
- Para lograr una mermelada más suave y sin sabor a vegetal crudo, puedes colocar las zanahorias ralladas en una olla con agua hirviendo durante 3 minutos. Luego escúrrelas bien y enjuágalas con agua fría. Este paso es opcional, pero mejora mucho el sabor y la textura final.
- En una olla amplia y de fondo grueso, coloca las zanahorias ralladas (pueden estar blanqueadas o crudas), el azúcar, el jugo de naranja, la ralladura de naranja, el jugo de limón y el agua. Si deseas darle un toque especial, puedes añadir una ramita de canela. Mezcla todo bien y lleva a fuego medio.
- Cuando la mezcla comience a hervir, reduce el fuego y cocina a fuego bajo durante 40 a 60 minutos, revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera para evitar que se pegue o se queme. A medida que se cocina, la mezcla se irá reduciendo y espesando. Si notas que se evapora demasiado rápido, puedes añadir un poco más de agua caliente. Si utilizas la ramita de canela, retírala a los 30 minutos.
- Para saber si la mermelada está lista, puedes hacer la "prueba del plato frío": coloca una cucharadita de mermelada sobre un plato frío, espera unos segundos y pasa el dedo por el centro. Si la mezcla no se junta y queda una línea marcada, está en su punto justo. Si se desliza, déjala cocinar unos minutos más. Ten en cuenta que al enfriarse se espesa un poco más.
- Mientras la mermelada aún esté caliente, viértela con cuidado en frascos de vidrio previamente esterilizados. Ciérralos bien con tapas metálicas y colócalos boca abajo durante unos minutos para generar vacío. Luego, déjalos enfriar a temperatura ambiente. Guárdalos en un lugar fresco, seco y oscuro. Una vez abiertos, consérvalos en refrigeración y consúmelos dentro de las 2 a 3 semanas.
De la cocina a tu mesa
Tu mermelada de zanahoria y naranja está lista para saborear. Úntala en panes, galletas o tostadas; úsala como relleno de tortas o tartas; o simplemente acompáñala con queso crema o ricota. También es perfecta para regalar en frascos decorados con etiquetas caseras. Un detalle original, saludable y delicioso. ¡Y a disfrutar!