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Mascotas: los beneficios de vivir con un gato y por qué mejoran la felicidad

Convivir con un gato mejora el bienestar emocional: reduce el estrés, aporta compañía y transforma la rutina.

Convivir con un gato puede aumentar la felicidad y reducir el estrés, según estudios científicos.

Convivir con un gato puede aumentar la felicidad y reducir el estrés, según estudios científicos.

Tener un gato en casa no solo suma compañía: también puede mejorar tu bienestar emocional, reducir el estrés y aportar momentos de calma. Cada vez más estudios y experiencias personales confirman que convivir con mascotas, especialmente felinos, tiene efectos positivos en la salud mental y en la calidad de vida.

Los gatos tienen una presencia silenciosa pero constante. No demandan atención excesiva, pero están cerca cuando más se necesita. Su ronroneo tiene efectos relajantes, y su rutina tranquila puede contagiar serenidad. Para quienes viven solos, trabajan desde casa o atraviesan momentos de ansiedad, su compañía puede ser un bálsamo cotidiano.

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Un ronroneo, una mirada, una siesta compartida: los gestos simples de tu gato que mejoran tu día. Foto: Archivo

Un ronroneo, una mirada, una siesta compartida: los gestos simples de tu gato que mejoran tu día. Foto: Archivo

Gatos y bienestar emocional: cómo su compañía mejora la rutina y la salud mental

Además, cuidar de un gato genera vínculos afectivos y sentido de responsabilidad. Darle alimento, jugar o simplemente compartir espacio crea una rutina emocional que ayuda a estructurar el día. Según una revisión publicada en la Revista de Psicología UCSP, convivir con mascotas mejora el bienestar psicológico, la felicidad y la actividad física. Aunque el foco suele estar en los perros, el estudio destaca el impacto emocional positivo de los gatos en familias multiespecie y contextos urbanos.

Los gatos también aportan momentos de ternura inesperada: una siesta compartida, una mirada curiosa, un salto gracioso. Estos gestos simples pueden mejorar el estado de ánimo y generar microinstantes de felicidad. En tiempos de sobrecarga digital y estrés urbano, tener un gato puede ser una forma de volver a lo esencial.

Otros estudian aportan que el vínculo con los gatos no solo mejora el estado de ánimo: también puede reducir el cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la oxitocina, asociada al bienestar emocional. Vivir con un gato es más que tener una mascota: es sumar compañía silenciosa, rutinas afectivas y momentos de calma que pueden transformar tu día a día.