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Mantequilla de almendras natural: receta para darle un sabor único a tus preparaciones.

Descubrí esta receta de mantequilla de almendras casera, fácil y cremosa, ideal para untar, cocinar o sumar a tus desayunos saludables.

Receta fácil de mantequilla de almendras: beneficios y cómo prepararla en pocos pasos.

Receta fácil de mantequilla de almendras: beneficios y cómo prepararla en pocos pasos.

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Si estás buscando una receta deliciosa y saludable, esta mantequilla de almendras te va a encantar. Es simple, requiere pocos ingredientes y el resultado es una crema suave, aromática y perfecta para untar o añadir a otras preparaciones. Ideal para quienes prefieren opciones naturales y caseras.

La mantequilla de almendras se ha convertido en un favorito dentro del mundo de la alimentación saludable por su sabor profundo, su textura untuosa y sus múltiples beneficios nutricionales. Prepararla en casa no solo te permite controlar los ingredientes, sino que también mejora notablemente el sabor y la frescura del producto final. Esta preparación parte de almendras tostadas y no lleva conservantes, aditivos ni azúcares agregados, a menos que quieras personalizarla. Al hacerla tú mismo, puedes decidir si agregarle sal, un toque de miel o incluso canela para obtener una variante especiada. Aunque el proceso es muy sencillo, lo fundamental es contar con un buen procesador de alimentos y tener algo de paciencia durante el licuado, ya que las almendras pasan por varias etapas antes de convertirse en mantequilla. El resultado vale cada minuto invertido.

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Es una opción 100 % vegetal y se puede usar en recetas dulces, saladas o incluso como base para aderezos.

Es una opción 100 % vegetal y se puede usar en recetas dulces, saladas o incluso como base para aderezos.

Ingredientes

500 g de almendras crudas sin sal, 1 cucharadita de sal marina (opcional), 1 cucharada de aceite neutro (opcional, puede ser de girasol o coco), 1 cucharadita de miel o jarabe de arce (opcional), ½ cucharadita de canela molida (opcional).

Sigue el procedimiento para elaborar esta mantequilla de almendras única

  1. Precalienta el horno a 180°C. Coloca las almendras crudas en una bandeja para horno, distribuyéndolas en una sola capa. Tuéstalas durante 10 a 12 minutos, removiéndolas a la mitad del tiempo para que se doren de forma pareja. Este paso es fundamental porque activa los aceites naturales de las almendras y realza su sabor. Una vez tostadas, retíralas del horno y déjalas enfriar unos minutos, pero no por completo, ya que es más fácil procesarlas cuando todavía están un poco calientes.
  2. Coloca las almendras tibias en el recipiente de un procesador de alimentos potente. Comienza a procesarlas a velocidad media-alta. Al principio, verás que se trituran hasta formar un polvo grueso. Con el tiempo y la fricción del procesador, ese polvo se irá transformando en una pasta más densa y, finalmente, en una crema suave. Este proceso puede durar entre 10 y 15 minutos, según la potencia del procesador. Es importante hacer pausas cada 2 o 3 minutos para raspar los bordes con una espátula de sila y evitar que el motor se recaliente.
  3. Cuando la mantequilla esté casi lista, evalúa si deseas modificar la textura. Si te parece demasiado espesa, puedes agregar una cucharada de aceite neutro para que quede más fluida. Este también es el momento ideal para añadir sal, miel o canela, si quieres darle un toque más sabroso o dulce. Procesa durante un minuto más para integrar bien todos los ingredientes.
  4. Una vez que la mantequilla de almendras tenga la textura deseada, transfiérela a un frasco de vidrio esterilizado con tapa hermética. Déjala enfriar por completo antes de cerrarla. Puedes guardarla en el refrigerador por hasta 3 semanas. Si prefieres conservarla a temperatura ambiente, durará aproximadamente una semana, siempre que no contenga ingredientes añadidos como miel o aceite.
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Receta súper nutritiva una sola cucharada aporta una buena cantidad de vitamina E, un antioxidante clave para la piel y el sistema inmune.

Receta súper nutritiva una sola cucharada aporta una buena cantidad de vitamina E, un antioxidante clave para la piel y el sistema inmune.

De la cocina a tu mesa

Puedes usar esta mantequilla como base para preparar barras energéticas, añadirla a batidos, untarla sobre pan o integrarla en recetas de repostería como galletas o brownies. También puedes experimentar con variantes, como añadir cacao en polvo o esencia de vainilla para obtener una versión con un sabor más dulce y original.

No solo es muy versátil, sino que también te permite aprovechar todos los beneficios de las almendras: grasas saludables, proteínas, vitamina E y minerales esenciales. Hacerla en casa te asegura una versión más fresca, natural y sin aditivos innecesarios. ¡Y a disfrutar!