Esta peli de Netflix arrasó con seis nominaciones al Oscar y te asombrará

Entre tantas propuestas que llegan a Netflix cada mes, hay películas que se quedan en tu memoria. Manchester junto al mar es una de esas historias que retumban con fuerza. Todo arranca con una noticia que cambia el rumbo del protagonista, Lee Chandler, interpretado por Casey Affleck. Su hermano ha muerto, y de pronto se ve al mando del cuidado de su sobrino Patrick, un adolescente que vive en su mundo y no está dispuesto a dejarlo atrás. Esa nueva responsabilidad no llega en el mejor momento.

Lee vive lejos, trabaja como conserje y evita a toda costa cualquier tipo de vínculo que lo ate a su pasado. Volver a Manchester-by-the-Sea no es solo un viaje físico, es una confrontación directa con heridas que siguen abiertas. Cada paso por esas calles le recuerda lo que fue, lo que perdió y lo que no puede olvidar.

El pueblo, lejos de ofrecer un refugio, se convierte en un espejo incómodo. Ahí están los recuerdos, los errores y una exesposa con la que todo se rompió sin remedio. Michelle Williams interpreta ese papel con una fuerza contenida que atraviesa la pantalla. Pocas escenas le bastan para dejar huella.

A diferencia de otros dramas, la historia es simple: un hombre dañado que no sabe si quiere, o si puede, cuidar a alguien más. Y un adolescente que tampoco está listo para que lo cuiden.

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Patrick, interpretado por Lucas Hedges, no es el típico personaje trágico. Tiene amigos, vida social, ambiciones. El duelo no lo inmoviliza, pero sí lo desconcierta. Su relación con Lee se construye entre tensiones, desacuerdos, momentos incómodos y pequeños destellos de afecto.