No podrás creer el sabor de este plato hecho con puré de col ¡fácil y deli!

El colcannon es uno de los platos más representativos de la cocina tradicional irlandesa, una receta humilde pero profundamente reconfortante que combina ingredientes simples con una preparación casera que evoca el calor de un hogar. Su nombre proviene del gaélico “cál ceannann,” que puede traducirse como “col blanca.” Aunque se trata de una receta con raíces campesinas, el colcannon ha trascendido su origen rural para convertirse en un símbolo de identidad culinaria irlandesa, especialmente durante celebraciones como Halloween o el Día de San Patricio. En esas fechas, incluso se acostumbra esconder en el puré objetos pequeños como monedas o anillos, como parte de antiguos rituales de adivinación sobre el futuro.

La preparación básica incluye puré de papas, col rizada o repollo, mantequilla y cebolla o cebolleta, aunque hay muchas variaciones regionales y familiares. Algunas versiones incorporan leche caliente, otras añaden tocino o panceta para dar un toque ahumado y más sustancioso. 

El encanto del colcannon radica en su sencillez y en la forma en que convierte ingredientes comunes en un acompañamiento cálido, sabroso y satisfactorio. Acompaña perfectamente carnes asadas, embutidos o incluso puede comerse solo, con una generosa porción de mantequilla derretida en el centro. Preparar colcannon en casa es una forma de rendir homenaje a una tradición que ha alimentado a generaciones, y también una excelente manera de explorar sabores auténticos con ingredientes fáciles de conseguir y preparar. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

1 kg de papas harinosas (tipo russet o yukon gold), 300 g de col rizada (kale) o repollo verde, 1 manojo de cebolletas (o 1 cebolla pequeña), 100 ml de leche entera, 75 g de mantequilla sin sal, sal al gusto, pimienta negra recién molida al gusto, opcional: 100 g de panceta o bacon (para una versión no vegetariana).

Procedimiento

1. Lava bien las papas para retirar cualquier resto de tierra. Pélalas si prefieres un puré más suave o déjalas con piel si deseas una textura más rústica. Corta las papas en trozos medianos y colócalas en una olla grande con agua fría y sal. Lleva a ebullición y cocina a fuego medio-alto durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén tiernas al pincharlas con un tenedor.
2. Lava bien las hojas de col rizada o repollo, retira los tallos más duros y córtala en tiras finas. Si usas col rizada, puedes escaldarla en agua hirviendo con sal durante 3-4 minutos para suavizarla un poco, luego escúrrela bien. Si usas repollo, puedes saltearlo directamente más adelante.
3. Mientras las papas se cocinan, pica finamente las cebolletas (incluyendo las partes verdes) o la cebolla. En una sartén grande, derrite una parte de la mantequilla (aproximadamente 25 g) a fuego medio. Añade la cebolla o cebolleta picada y cocina durante 3-4 minutos hasta que esté suave y translúcida. Agrega la col y saltea todo junto por 5-7 minutos, o hasta que la col esté tierna pero aún verde.
4. Una vez cocidas, escurre bien las papas y colócalas de nuevo en la olla caliente para que se evapore el exceso de humedad. Añade el resto de la mantequilla (unos 50 g) y la leche caliente. Tritura con un prensapuré o un tenedor hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Agrega sal y pimienta negra al gusto.
5. Incorpora la mezcla de col y cebolla al puré de papas. Mezcla bien hasta que todo esté completamente integrado. Prueba y ajusta la sazón si es necesario. Si deseas una textura más rica, puedes añadir un poco más de leche o mantequilla.
6. Si prefieres una versión más sabrosa, puedes añadir panceta o bacon. Fríe los trozos pequeños hasta que estén crujientes, escúrrelos sobre papel absorbente e intégralos al puré junto con la col.

Sirve el colcannon caliente, preferiblemente con una pequeña hendidura en el centro de cada porción donde se pueda colocar un poco de mantequilla para que se derrita al servir. Es ideal como acompañamiento de platos principales o como plato único.

El colcannon es una deliciosa muestra de cómo la sencillez puede transformarse en confort. Su textura cremosa, su sabor suave y su versatilidad lo convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. Ya sea como guarnición o plato principal, este clásico irlandés nunca falla en brindar calidez y sabor. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.