Tarta de puerro al estilo tradicional: ideal para comidas ligeras

La tarta de puerro es una receta deliciosa y reconfortante que combina lo mejor de la gastronomía tradicional con un toque de frescura. Su sabor suave y delicado, junto con su textura crujiente y cremosa, la convierte en una opción perfecta para cualquier ocasión, ya sea un almuerzo familiar, una comida ligera o como entrada en una cena más elaborada. El puerro, un vegetal de la familia de las cebollas, es el protagonista de esta tarta, aportando su sabor sutil y ligeramente dulce, que se realza al cocinarlo lentamente.

La base de la tarta, hecha de una masa quebrada crujiente, se complementa perfectamente con el relleno cremoso de huevos, nata y queso, creando una mezcla irresistible de texturas y sabores. Además, es un plato versátil que permite incorporar otros ingredientes a tu gusto, como queso rallado, bacon o hierbas aromáticas, para darle un toque personal.

Fácil de preparar, la tarta de puerro es ideal para quienes buscan una propuesta ligera y sabrosa, apta para cualquier momento del día. Ya sea servida tibia o a temperatura ambiente, este plato siempre cautiva a quienes lo prueban, siendo una opción nutritiva y deliciosa para disfrutar en familia o con amigos. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

Base de masa quebrada: 200 g de harina de trigo, 100 g de mantequilla fría, 1 yema de huevo, 50 ml de agua fría, 1 cucharadita de sal, 1 cucharada de azúcar (opcional, si prefieres un toque dulce).

Relleno: 3 puerros grandes, 2 cucharadas de aceite de oliva, 100 g de queso crema, 200 ml de nata líquida para cocinar, 3 huevos, 100 g de queso rallado (puede ser queso parmesano o gruyère), sal al gusto, pimienta al gusto, nuez moscada (opcional, una pizca), 1 cucharada de mostaza (opcional para darle un toque especial).

 

Procedimiento

Prepara la masa quebrada

1. En un bol grande, coloca la harina tamizada y la sal (y el azúcar si decides añadirla). Haz un hueco en el centro.
2. Corta la mantequilla fría en trozos pequeños y agrégala al centro de la harina. Con la punta de los dedos, empieza a mezclar la mantequilla con la harina hasta obtener una textura arenosa y que se asemeje a migas de pan.
3. Añade la yema de huevo y el agua fría. Mezcla hasta que la masa comience a formar una bola. Si es necesario, agrega un poco más de agua, pero sin que la masa quede demasiado pegajosa.
4. Forma un disco con la masa, envuélvelo en film transparente y refrigéralo durante al menos 30 minutos. Esto ayudará a que la masa tome cuerpo y sea más fácil de manejar.

Prepara el relleno

1. Lava los puerros y córtalos en rodajas finas, descartando la parte más dura de la base y la zona más verde.
2. Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Añade los puerros y cocina durante unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que estén blandos y ligeramente dorados. Esto intensificará su sabor.
3. En un bol grande, bate los huevos y añade la nata líquida. Mezcla bien para conseguir una textura homogénea.
4. Incorpora el queso crema y bate hasta que se disuelva completamente en la mezcla.
5. Añade el queso rallado y sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Si decides añadir mostaza, este es el momento. Mezcla todos los ingredientes hasta que estén perfectamente integrados.
6. Cuando los puerros estén listos, agrégales a la mezcla de huevos y nata, asegurándote de que se distribuyan bien por toda la mezcla.

Monta la tarta

1. Precalienta el horno a 180ºC (350ºF).
2. Saca la masa del refrigerador y colócala sobre una superficie plana ligeramente enharinada. Estírala con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 3 mm.
3. Forra un molde para tarta (de unos 22-24 cm de diámetro) con la masa estirada, asegurándote de que cubra bien los bordes. Recorta el exceso de masa que sobresalga del borde del molde.
4. Pincha la base de la masa con un tenedor para evitar que se infle durante el horneado.
5. Vierte la mezcla de puerros y huevo sobre la base de la masa.
6. Coloca la tarta en el horno y hornea durante unos 35-40 minutos o hasta que la superficie esté dorada y el relleno haya cuajado completamente.

Una vez que la tarta esté lista, sácala del horno y deja enfriar unos 10-15 minutos antes de desmoldarla. Esto facilitará que el relleno se asiente.

Sirve la tarta de puerro tibia o a temperatura ambiente. Puedes acompañarla con una ensalada verde para un plato más completo.

La tarta de puerro también puede ser personalizada añadiendo otros ingredientes como jamón serrano, bacon o setas, que complementarán muy bien los sabores.

Esta tarta es perfecta para servir como plato principal en una comida ligera o como entrante en una comida más formal. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.