Descubre cómo preparar crema de avellanas perfecta para untar y rellenar

La crema de avellanas es un manjar delicioso que combina la riqueza de las avellanas tostadas con la dulzura del azúcar y el cacao, creando una textura cremosa y un sabor irresistible. Este producto, popularmente conocido por su uso en untar sobre pan o acompañar postres, tiene sus raíces en la tradición culinaria europea y ha ganado fama mundial por su versatilidad y sabor.

La base de la crema de avellanas son las avellanas, que al ser tostadas liberan su aceite natural y desarrollan un perfil de sabor profundo y complejo. Al mezclarse con azúcar y cacao en polvo, la crema obtiene una dulzura equilibrada y un toque de chocolate que complementa perfectamente el sabor de las avellanas. Además, el aceite neutro y la leche en polvo añaden una suavidad y cremosidad que hacen que esta crema sea ideal para untar, rellenar o incluso para usar como ingrediente en diversas recetas.

Hacer tu propia crema de avellanas en casa te permite personalizarla a tu gusto, asegurando que cada bocado sea tan delicioso como lo imaginas. Además, el proceso de preparación es sencillo y te brinda la satisfacción de disfrutar un producto casero y libre de conservantes. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

2 tazas (aproximadamente 300 g) de avellanas, 1 taza (200 g) de azúcar, 1/2 taza (50 g) de cacao en polvo, 1/4 de taza (60 ml) de aceite neutro, 1/2 taza (50 g) de leche en polvo, 1 cucharadita (5 ml) de  extracto de vainilla, 1/4 de cucharadita de sal, 50 g de chocolate negro (opcional).

Procedimiento

1. Precalienta tu horno a 180°C (350°F).
2. Extiende las avellanas en una sola capa sobre una bandeja para hornear.
3. Tuesta las avellanas en el horno durante 10-12 minutos, moviéndolas a mitad de tiempo para asegurar una cocción uniforme. Estarán listas cuando su piel comience a despegarse y emitan un aroma tostado.
4. Coloca las avellanas calientes en un paño de cocina limpio. Envuélvelas y frota con el paño para quitar la piel suelta. No te preocupes si no todas las pieles se quitan; unas pocas pequeñas no afectarán mucho el resultado final.
5. Coloca las avellanas peladas en un procesador de alimentos. Procesa a alta velocidad durante unos minutos hasta que se conviertan en una pasta espesa. Es posible que necesites detener el procesador y raspar los lados del bol de vez en cuando.
6. Una vez que las avellanas estén convertidas en una pasta suave, agrega el azúcar, el cacao en polvo, y la sal. Procesa nuevamente hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
7. Añade el aceite neutro y continúa procesando hasta que la mezcla esté completamente suave. El aceite ayudará a que la crema tenga una textura más fluida.
8. Incorpora la leche en polvo poco a poco, procesando después de cada adición hasta que la mezcla tenga una consistencia cremosa y uniforme.
9. Añade el extracto de vainilla y mezcla bien. Si decides usar chocolate negro, derrítelo en el microondas o al baño maría y agrégalo a la mezcla. Procesa hasta que el chocolate esté completamente integrado.
10. Si la crema está demasiado espesa, puedes añadir un poco más de aceite para ajustar la textura. Procesa nuevamente hasta que esté bien mezclado.

Transfiere la crema de avellanas a un frasco limpio y hermético. Deja que se enfríe a temperatura ambiente antes de cerrarlo.

La crema de avellanas se puede utilizar de muchas maneras: como untar en pan, acompañar frutas, en postres, o incluso en batidos. Guárdala en el refrigerador para prolongar su frescura, donde debería durar aproximadamente 2-3 semanas. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.