Limpia fácilmente las paredes blancas de molestas manchas

Los niños y las mascotas pueden ser las principales razones por las que las paredes blancas de nuestro hogar queden con molestas manchas. Sin embargo, la grasa, la humedad o las estufas también pueden ocasionarlas. Mantenerlas limpias puede llegar a salvarnos de tener que pintarlas más a menudo.

Antes de someterlas a cualquier procedimiento, es importante conocer qué tipo de pintura tenemos en las paredes y encargarnos de quitar el polvo que se posa sobre esta zona. Para esto se puede usar un plumero, cepillo o la aspiradora.

No se trata de una tarea sencilla y se deben tomar algunas precauciones como cubrir los muebles o tapizados para que no terminen ensuciándose.

Las pinturas látex pueden ser lavadas con agua y un jabón o desengrasante suave. Para evitar crear nuevas manchas, es importante elegir un paño blanco y limpio que no vaya a desteñirse y colorear la superficie. Enjuagar y secar con una toalla limpia nos asegurará el éxito de esta tarea.

Siempre se debe evitar que el agua ingrese en las llaves de luz o toma corriente. Para que esto no se vuelva un problema se puede colocar papel film sobre los enchufes o directamente bajar las térmicas para evitar un cortocircuito.

En el caso de tratarse de pintura a base de aceite se tiene que hacer una preparación con agua, un poco de detergente y vinagre. Frotar haciendo círculos es la mejor forma de limpiar.

En este caso también la clave estará en el enjuague y el secado del lugar.

Sin importar los componentes de la pintura, existen consejos básicos que se deben seguir. Iniciar de arriba e ir bajando es la mejor idea para evitar que las gotas terminen ensuciando otras zonas.