Encuentro de película en Londres: entró a un kiosco, habló con un desconocido y descubrió que era su papá
Oliver Archer, un joven londinense de 21 años que buscó a su papá durante toda su vida, tuvo un reencuentro inesperado y sorprendente en un kiosco.
El encuentro sucedió en un kiosco ubicado en el barrio de Ladbroke Grove, al oeste de Londres.
ArchivoLo que comenzó como un lunes rutinario en Londres para Oliver Archer, un joven de 21 años, terminó convirtiéndose en una escena digna de película. Desde niño, Oliver había preguntado insistentemente a su mamá por ese hombre ausente, del que solo sabía tres datos: que era turco, de baja estatura y su nombre. Incluso, a los 9 intentó rastrearlo por Facebook, pero nunca consiguió resultados.
Preguntas y una coincidencia inesperada
El lunes 3 de noviembre, Oliver contó que entró a un kiosco en el barrio de Ladbroke Grove, al oeste de Londres, para retirar un paquete. Mientras esperaba, escuchó a un hombre hablar por teléfono en un idioma que reconoció enseguida. Con una mezcla de intuición y timidez, le preguntó si hablaba turco. El desconocido respondió que sí y agregó que era de Estambul, justamente la misma ciudad de origen del padre de Oliver.
Te Podría Interesar
Su corazón se aceleró, según comentó . Cuando le pidió su nombre y escuchó la respuesta, se quedó paralizado: era el mismo nombre que había escuchado desde su infancia.
El hombre estaba por irse, pero Oliver lo detuvo. La primera conversación quedó registrada por las cámaras de seguridad del local y el joven la compartió luego en TikTok, donde el video se hizo viral.
El momento de la charla en el kiosco y la reacción de Oliver: “Creo que soy tu hijo”
Ya afuera del kiosco, Oliver reunió coraje y le preguntó al hombre si conocía a una mujer con el nombre de su madre. “Sí, pero hace unos 20 años”, respondió el hombre. “Creo que sé a dónde vas con esto”. Con nervios, disculpas y una mezcla de emoción contenida, Oliver lo dijo: “Creo que soy tu hijo”.
Ambos se quedaron en shock, entre risas y sonrisas, tratando de procesar el momento. El hombre le contó que tenía otros seis hijos, mientras que Oliver le reveló que, por el lado materno, tenía siete hermanos. Intercambiaron números de teléfono y desde ese día no dejaron de hablar. Aunque aún no realizaron una prueba de ADN, Oliver asegura que ya no necesita más pruebas: “Es mi viva imagen”.
Con un mensaje para quienes siguen buscando a un ser querido, Oliver comentó con sus seguidores de TikTok luego de la viralización del caso: “Nunca es tarde. Lo importante es lo que tenemos por delante. Lo que importa es el presente y lo que podamos construir de ahora en más”.

