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"Efecto Tequila": qué pasó cuando el Tesoro de EE.UU. rescató a México hace 30 años y cómo se compara ahora con el caso de Argentina

El rescate de 1995 a México y el anuncio de ayuda financiera al gobierno de Javier Milei tienen elementos en común, pese a las grandes diferencias de contexto.

Estados Unidos le lanzó un salvavidas a Argentina. Reunido con Javier Milei en Nueva York la semana pasada, Donald Trump le dio un gigantesco espaldarazo político al gobernante sudamericano y le regaló una copia impresa de un mensaje publicado en la red social Truth, donde lo califica como "un gran amigo, luchador y triunfador".

El mensaje político llegó acompañado del anuncio hecho por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, sobre la entrega de un paquete de ayuda económica cuyos detalles aún están por definirse.

De acuerdo a lo que el jefe de las finanzas estadounidenses ha revelado hasta ahora, la ayuda financiera podría incluir comprar bonos argentinos en dólares, comprar deuda pública, crear una "línea swap" (un intercambio de monedas) por USD$20.000 millones y darle un crédito.

Este crédito se entregaría a través del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF, por sus siglas en inglés), un fondo de reserva de emergencia del Tesoro de Estados Unidos.

Este fondo ha sido utilizado en las últimas décadas para rescatar a países en momentos de crisis, como ocurrió con la grave recesión que enfrentó México hacia fines de 1994 conocida como el "Tequilazo" o el "Efecto Tequila".

En ese momento, el gobierno de Bill Clinton aprobó un rescate de US$20.000 millones para controlar una fuerte devaluación del peso y una fuga masiva de capitales cuyos efectos ponían en riesgo tanto a EE.UU. como al resto de América Latina.

Aunque es el mayor rescate en la historia del Fondo de Estabilización Cambiaria, no es el único.

En la década de los 90s, México continuó recibiendo préstamos provenientes de ese fondo por US$3.000 millones cada año hasta el fin de la década.

En 1995 Argentina recibió un crédito por US$250 millones, mientras que en 1998 Brasil fue rescatado con un préstamo de US$5.000 millones.

El último país que recibió recursos del Fondo de Estabilización Cambiaria fue Uruguay en 2002, por US$1.500 millones para detener una corrida bancaria.

Creado en 1934, este fondo tenía como objetivo financiar las operaciones del Tesoro para influir en el precio del dólar, pero desde mediados de la década de los 90 fue utilizado para otorgar préstamos a corto plazo, principalmente a países latinoamericanos.

Milei y Trump en Nueva York, 23 de septiembre de 2025.
Gobierno de EE.UU.
Donald Trump le entregó su respaldo a Javier Milei en Nueva York.

Actualmente el fondo ha vuelto a estar sobre la mesa tras la crisis financiera que afectó a Argentina, detonada por una fuerte caída del peso, así como de las acciones y bonos (instrumentos de deuda) del país.

A mediados de septiembre, en apenas tres días, el banco central gastó en Buenos Aires más de US$1.000 millones de sus reservas en dólares para proteger el peso de una mayor depreciación y evitar una fuga masiva de capitales.

El viernes 19 el país estaba en serios problemas que solo lograron aplacarse cuando el siguiente lunes, justo antes de que abriera Wall Street, el secretario del Tesoro anunció en un mensaje de X que el gobierno de EE.UU. haría todo lo necesario para apoyar al gobierno argentino.

Bastó solo ese mensaje para que el temor pasara y los activos argentinos comenzaran a recuperarse.

El "Efecto Tequila" y el rescate de EE.UU.

Aunque en el caso argentino fue más bien un amago de una crisis más profunda, en diciembre de 1994 estalló en México una de las crisis más devastadoras de su historia.

Conocida como el "Error de diciembre" o el "Efecto Tequila", fue detonada a partir de la devaluación del peso mexicano ante el dólar y una masiva salida de capitales extranjeros a raíz de una desconfianza generalizada de los mercados.

La devaluación del peso, que en apenas una semana se hundió más de un 60%, llegó en un momento en que el país había aumentado el gasto fiscal más allá de sus posibilidades , no tenía suficientes reservas en dólares y había acumulado un déficit en su cuenta de pagos.

Más aún, ocurrió en el período de transición entre el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, lo que añadió un componente de inestabilidad política que agravó aún más las cosas, en un año marcado por eventos como el levantamiento de los zapatistas en Chiapas y los asesinatos del candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio, y del secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Francisco Ruiz Massieu.

Niño en Guadalajara, 1995.
Getty Images
La crisis que estalló en diciembre de 1994 en México provocó la quiebra de empresas, aumento del desempleo y niveles de pobreza históricamente altos.

Tras la devaluación, se produjo una espiral inflacionaria y una subida en las tasas de interés que generó un caos financiero. Hubo quiebras de bancos y empresas, se disparó el desempleo y la pobreza escaló a niveles incontrolables.

La crisis se propagó a nivel internacional, afectando a otros mercados emergentes, hasta que Estados Unidos intervino con un rescate de US$20.000 millones financiado con recursos del Tesoro.

El presidente Bill Clinton gestionó posteriormente un crédito adicional a través del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se sumaron aportes de bancos centrales de otras naciones a través del Bank for International Settlements y otras fuentes de financiamiento.

En total, se estima que México recibió un paquete de ayuda financiera cercano a los US$50.000 millones.

Ernesto Zedillo y Bill Clinton.
Getty Images
El expresidente de EE.UU. Bill Clinton, echó a andar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá.

Con el rescate, EE.UU. evitó un colapso monetario y económico en México que habría contagiado a su propia economía.

Dejar caer a la economía mexicana significaba pérdidas millonarias al otro lado de la frontera porque había una gran cantidad de fondos estadounidenses invertidos en activos mexicanos.

"En realidad EE.UU. rescató el dinero de los mismos estadounidenses", dice Juan Carlos Moreno-Brid, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

El mismo año en que comenzó la crisis, México y EE.UU. acababan de firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés).

Más allá de lo económico, en alguna medida el capital político del presidente Bill Clinton estaba en juego porque él apostó por echar a andar ese tratado, pese a la presiones de quienes se oponían, dice el economista en diálogo con BBC Mundo.

"Si México no era rescatado pronto, ¿cuál era el futuro del NAFTA?, ¡ninguno!", afirma.

Para asegurar el pago, EE.UU. puso una condición que le permitía blindarse. A cambio del préstamo, México entregó como garantía los ingresos futuros de la renta petrolera del país.

Y no solo eso. El país se comprometió a aplicar estrictas políticas fiscales y monetarias para realizar un profundo ajuste económico, en línea con la agenda internacional de EEUU., que marcó el futuro del país.

En enero de 1997 México le pagó el préstamo, tres años antes de lo previsto, más todos los intereses acumulados. "Hicimos lo correcto", dijo el presidente Clinton en una ceremonia en la Casa Blanca.

Cómo el rescate mexicano se compara con el caso de Argentina

Aunque el rescate de Estados Unidos a México a comienzos de 1995 y el anuncio de rescate a Argentina en 2025 son dos eventos muy diferentes, podrían tener algunos elementos en común.

Por ejemplo, Estados Unidos le prestó US$20.000 millones a México del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro, una maniobra inusual que fue utilizada por última vez hace dos décadas con Uruguay.

Un simpatizante de Javier Milei sostiene un billete gigante falso de un dólar estadounidense durante la campaña presidencial de 2023.
Getty Images
El apoyo del Tesoro estadounidense ocurre en un difícil contexto económico para Argentina.

En el caso de Argentina, aunque se desconocen los detalles finales de la ayuda financiera, las negociaciones entre ambos gobiernos incluyen el uso del mismo fondo de emergencia.

Otra de las opciones que se están discutiendo es la creación de una "línea swap" por USD$20.000 millones. Una línea swap (o directamente un swap de divisas) es un acuerdo temporal que permite a dos bancos centrales intercambiar monedas de sus países.

Así, los bancos y las empresas argentinas podrían conseguir dólares a cambio de su propia moneda, a través de un contrato que funciona como una especie de línea de crédito de emergencia.

Sea cual sea la fórmula que finalmente acuerden los gobiernos de Trump y de Milei, Argentina recibirá una inyección de dólares que el país necesita desesperadamente para aumentar sus reservas, garantizar el pago de sus deudas y calmar el temor de los mercados.

Más allá de estos mecanismos de emergencia, y pese a que la relación comercial con Argentina es mínima en comparación con la de México, ambos países arrastraban un grave problema: la falta de dólares.

En el México de los años 90, como en la Argentina actual, los gobiernos adquirieron deuda en moneda extranjera sin contar con las reservas adecuadas para respaldarla, quedando en una situación vulnerable frente a los movimientos de los mercados. Y ambos tenían un peso sobrevaluado.

El Banco de México perdió millones de dólares tratando de sostener la paridad del peso dentro de su banda cambiaria (el límite de movimiento hacia arriba y hacia abajo de la divisa), mientras que el Banco Central de Argentina gastó una gigantesca suma de dinero en pocos días para frenar la corrida contra el peso.

Una mujer cuenta pesos argentinos.
Reuters
Argentina no tiene actualmente la alternativa de recurrir una vez más al FMI.

Aunque las circunstancias entre 1995 y el 2025 son claramente distintas, analistas señalan que en ambos casos hubo factores políticos que contribuyeron a la inestabilidad económica.

1994 fue un año electoral turbulento con asesinatos políticos y acusaciones de corrupción en México, mientras que en Argentina, la falta de apoyo legislativo a los planes de Milei, el fracaso electoral de su partido en las elecciones de la provincia de Buenos Aires y escándalos de corrupción también afectaron la credibilidad del gobierno ante los ojos de los inversores.

En su momento, Bill Clinton promovía una agenda de liberalización económica y un modelo de desarrollo a nivel internacional que requería contar con aliados como México.

Hoy, la oferta de ayuda de EE.UU. a Argentina es, en gran medida, "un apoyo político, un apoyo ideológico, dado que Milei es un gran aliado de Trump", dice Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía de IE University, España.

Trump, argumenta el economista en diálogo con BBC Mundo, ha tomado decisiones económicas con un prisma político que afectan a otros países.

Brasil, señala como ejemplo, fue castigado por el gobierno de Trump con aranceles del 50% simplemente porque considera que el país no debió juzgar al expresidente Jair Bolsonaro.

"Trump ayuda rápidamente a un amigo suyo, a un aliado, como es Milei, y castiga al presidente Lula da Silva", apunta.

Otro factor importante, plantea Martínez Lázaro, es que a Estados Unidos le interesa también mantener a Argentina fuera de la influencia china.

En el anterior gobierno de Alberto Fernández, China le dio una línea de crédito swap a Argentina y eso, para EE.UU., no es una buena señal, dice el economista. "Al gobierno estadounidense le interesa evitar que China, a través de sus préstamos, acabe penetrando en el tejido económico, financiero y productivo argentino".

Otra razón, dice el economista, para fundamentar el apoyo económico a su aliado político.

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BBC

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FUENTE: BBC