Cuál es el otro país de Latinoamérica que se está volviendo "preocupante" para Estados Unidos
La atención de Estados Unidos sobre América Latina vuelve a intensificarse. A la crisis en Venezuela se suma ahora la situación electoral de otro país.
Estados Unidos volvió a tensar su relación con varios gobiernos de América Latina tras decisiones impulsadas por la administración de Donald Trump.
ShutterstockCon la llegada de Donald Trump a la presidencia, Estados Unidos volvió a colocar a Latinoamérica en un lugar central de su política exterior. Ese giro, que muchos analistas vinculan con una reactivación indirecta de la Doctrina Monroe, implicó un aumento concreto de la atención sobre los procesos políticos de la región, algo que en años previos no ocupaba un lugar prioritario en la agenda de Washington.
En ese contexto, el principal foco de Estados Unidos continúa siendo la situación en Venezuela y el gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, en las últimas semanas quedó en evidencia que esa mirada más intensa sobre América Latina no se limita a un solo país: el escenario político de Honduras, atravesado por demoras y tensiones en su proceso electoral, comenzó a generar una preocupación creciente en Washington.
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La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su inquietud en un comunicado oficial: "Es profundamente preocupante ver cómo ciertos partidos y candidatos continúan perturbando el proceso electoral hondureño", luego de nuevas denuncias realizadas por las consejeras del organismo electoral, Ana Paola Hall y Cossette López.
En la misma línea, el mensaje fue replicado por la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa en la red social X. Allí se remarcó: "Es imperativo que quienes participan cumplan con sus obligaciones oportunamente para que el CNE (Consejo Nacional Electoral) pueda finalizar los resultados oficiales".
Además, la advertencia incluyó una frase contundente: "Cualquiera que obstruya o intente retrasar la labor del CNE enfrentará consecuencias. El pueblo hondureño ha esperado demasiado. Merece un proceso oportuno, transparente y creíble".
El conflicto electoral que preocupa en Estados Unidos
Los comicios generales se celebraron el pasado 30 de noviembre, pero los hondureños aún no conocen los resultados definitivos. Según Hall y López, la demora se debe a problemas técnicos y administrativos, además de amenazas, persecución, calumnias y hechos de violencia contra algunos escrutadores que participan en el recuento especial de 2.792 actas con inconsistencias.
El escrutinio especial comenzó recién el 18 de diciembre, con cinco días de retraso, y fue interrumpido en varias ocasiones por fuertes desacuerdos entre los escrutadores de los partidos con mayor caudal de votos: el Nacional y el Liberal, de perfil conservador, y el oficialista Libertad y Refundación (Libre), de izquierda.
De acuerdo con el último registro publicado por el Consejo Nacional Electoral, el candidato presidencial del Partido Nacional, Nasry Tito Asfura —respaldado por Estados Unidos y por Donald Trump— lidera con el 40,34 % de los votos. Detrás se ubica Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con el 39,44 %, mientras que Rixi Moncada, del Partido Libre, alcanza el 19,22 %, con el 99,92 % de las actas escrutadas.
El CNE tiene plazo hasta el 30 de diciembre para anunciar los resultados oficiales de unas elecciones clave, en las que se eligieron autoridades presidenciales, municipales y legislativas. Un proceso que, por su complejidad y tensión política, mantiene a Estados Unidos en estado de alerta sobre el futuro inmediato de Honduras.
Qué otros roces tienen Estados Unidos o Trump en Latinoamérica
En las últimas semanas, la política exterior de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump también generó roces con otros gobiernos de América Latina. Uno de los cruces más visibles se dio con Colombia, luego de que el presidente Gustavo Petro cuestionara el envío de migrantes deportados en aviones militares estadounidenses, lo que derivó en amenazas de represalias comerciales desde Washington antes de alcanzar un acuerdo.
En el caso de México, la presidenta Claudia Sheinbaum tomó distancia de la estrategia de Estados Unidos frente a Venezuela y reclamó la intervención de organismos internacionales para evitar una escalada de tensión en la región, marcando diferencias con las decisiones adoptadas por la Casa Blanca.
Brasil también expresó malestar en las últimas semanas por medidas vinculadas a deportaciones y cuestiones comerciales. Desde el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva se elevaron reclamos diplomáticos formales, en un contexto de relación tensa con Estados Unidos por el endurecimiento de algunas políticas impulsadas por la administración Trump.


