Tensión en el Caribe: Nicolás Maduro ordena una nueva acción frente a Estados Unidos
Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos se intensificaron tras nuevas operaciones navales en el Caribe. El Gobierno de Nicolás Maduro denunció incautaciones y movimientos militares mientras un buque con crudo partió rumbo a territorio estadounidense.
Nicolás Maduro denunció “piratería” tras la confiscación de petroleros venezolanos en el mar Caribe.
EFEEl presidente Nicolás Maduro quedó nuevamente en el centro de la escena internacional luego de una serie de choques diplomáticos y operativos entre Venezuela y Estados Unidos, ocurridos esta semana en el mar Caribe, a partir de acciones estadounidenses contra buques que transportan petróleo venezolano y del despliegue militar destinado a interceptarlos.
Durante este domingo, el Gobierno venezolano confirmó la salida de un petrolero desde puertos nacionales con destino a Estados Unidos, en un contexto marcado por la confiscación de dos tanqueros por parte de Washington y por una operación en curso para interceptar un tercer barco cerca de las costas venezolanas.
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La vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, informó a través de su canal de Telegram el zarpe del buque Canopus Voyager, perteneciente a la compañía Chevron, que transporta crudo venezolano "rumbo a los Estados Unidos", según detalló, bajo el cumplimiento de normas internacionales y compromisos vigentes del sector energético.
Rodríguez subrayó que la operación se realizó dentro del marco legal y remarcó que la petrolera estadounidense mantiene actividades en Venezuela en asociación con la estatal PDVSA, amparada por una licencia otorgada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos que permite operar pese a las sanciones sobre el crudo del país sudamericano.
"Venezuela siempre ha sido y seguirá siendo respetuosa de la legalidad nacional e internacional. ¡Nada ni nadie detendrá a nuestra patria en su camino de avance y victoria!", expresó Rodríguez, mensaje que acompañó con un video del buque antes de abandonar aguas venezolanas.
El sábado previo, la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, confirmó la incautación del tanquero Centuries, de bandera panameña. Desde la Casa Blanca sostuvieron que se trataba de un buque con "bandera falsa", al que vincularon con una supuesta "flota fantasma venezolana" destinada al tráfico ilegal de petróleo.
Donald Trump tiene en la mira a Nicolás Maduro
En la misma línea, la portavoz adjunta presidencial, Anna Kelly, afirmó que el navío transportaba crudo perteneciente a PDVSA, empresa sujeta a sanciones estadounidenses, frente a versiones que indicaban que el buque no integraba listados oficiales de prohibición.
Esta incautación se convirtió en la segunda en pocos días. El 10 de diciembre, Washington había confiscado el petrolero Skipper junto con su carga, en el marco de una política de mayor presión sobre Caracas.
Poco después, el presidente estadounidense Donald Trump anunció un bloqueo total para la entrada y salida de buques petroleros sancionados por su gobierno, medida que forma parte de la estrategia contra la administración de Nicolás Maduro, a la que acusa de encabezar redes de narcotráfico.
Desde Caracas, las autoridades rechazaron las confiscaciones y las calificaron como un "robo", además de advertir que recurrirán a todas las acciones correspondientes. En paralelo, este domingo se desarrolló una operación estadounidense destinada a interceptar un tercer petrolero en aguas del Caribe, cerca del litoral venezolano.
En declaraciones públicas, Nicolás Maduro describió las incautaciones como "piratería de corsarios" y aseguró que su país acumula "25 semanas denunciando, enfrentando y derrotando una campaña de agresión que va desde el terrorismo psicológico hasta los corsarios que han asaltado petroleros".


