Corrupción en España: Pedro Sánchez envuelto en un escándalo por casos de sobornos
Pedro Sánchez pidió perdón tras la renuncia de su hombre clave, Santos Cerdán, implicado en un esquema de corrupción en sobornos llamado "Caso Ábalos".

El caso Ábalos sacude al gobierno de Pedro Sánchez y complica su futuro político.
Una nueva trama de corrupción de alta magnitud sacudió al gobierno español y dejó a Pedro Sánchez en la cuerda floja. El caso Ábalos, que ya salpicaba al exministro de Transportes y a su asesor Koldo García, sumó esta semana a Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE y mano derecha del presidente. Un informe de la Guardia Civil reveló escuchas telefónicas donde se habla explícitamente de “gestionar” sobornos por 620.000 euros. La presión fue tal que Cerdán renunció este viernes por la mañana.
El caso de corrupción más importante de España y que involucra a Pedro Sánchez
Horas después, el propio Sánchez convocó una conferencia de prensa para pedir “perdón a toda la ciudadanía” y admitir que se sintió “profundamente decepcionado” por quien consideraba un colaborador leal desde 2014. En su mensaje, con tono grave, aseguró que no adelantará las elecciones generales previstas para 2027, aunque la posibilidad de una moción de censura ya es tema de debate abierto entre la oposición.
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El escándalo creció aún más con la aparición de una militante socialista, Leyre Díez, grabada mientras ofrecía presuntos favores judiciales a cambio de información comprometida sobre jueces y fiscales. La combinación de ambos episodios generó un temblor político que no solo afecta al oficialismo: el expresidente Felipe González y figuras internas del PSOE pidieron abiertamente un cambio de rumbo y evalúan un adelanto electoral para preservar el capital político de la fuerza.
Desde la derecha, el Partido Popular y VOX exigieron explicaciones inmediatas. Santiago Abascal ya adelantó que reclamará una moción de censura y convocó a una marcha hacia la sede del PSOE. Aunque Sánchez buscó mostrar firmeza, su gobierno vuelve a estar contra las cuerdas por un nuevo caso de corrupción, y esta vez no hay margen para subestimarlo: el propio informe judicial ya está en manos de la Audiencia Nacional y el relato de la integridad socialista quedó gravemente dañado.