Pakistán refuerza su ejército ante la amenaza de India tras el ataque en Cachemira

El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, advirtió que la posibilidad de una incursión militar por parte de la India se ha vuelto inminente, en medio de una creciente escalada diplomática entre ambos países. Así lo declaró en un breve comentario telefónico a la agencia EFE, confirmando que Islamabad ya había tomado decisiones estratégicas para enfrentar la situación.

Asif afirmó: "Existe la posibilidad de una incursión militar por parte de la vecina India. Hemos reforzado nuestras fuerzas, ya que ahora parece inminente. En vista de ello, se han tenido que tomar algunas decisiones estratégicas, y ya las hemos tomado".

El conflicto diplomático entre Nueva Delhi e Islamabad alcanzó uno de sus picos más altos en décadas tras un atentado ocurrido la semana pasada en la localidad turística de Pahalgam, en Cachemira india, que provocó la muerte de 26 civiles. La India responsabilizó a Pakistán de respaldar a los autores del ataque y aplicó una serie de represalias, entre ellas la expulsión de diplomáticos, el cierre de la frontera terrestre, la cancelación de visados y la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, firmado en 1960.

En respuesta, Pakistán implementó medidas similares, como la expulsión de asesores de defensa indios, la suspensión de la emisión de visas para ciudadanos de la India, el cierre del espacio aéreo a aerolíneas indias y la interrupción de todos los acuerdos bilaterales vigentes.

Durante la jornada del martes, el Ejército de Pakistán interceptó un dron presuntamente perteneciente a la India en las cercanías de la Línea de Control (LoC), frontera de facto que divide Cachemira. Este incidente se produjo en medio de acusaciones cruzadas entre ambos países por disparos no provocados a lo largo de la LoC, violaciones del alto el fuego que, aunque frecuentes, agravan la actual crisis.

El mismo día, el ministro del Interior de Pakistán, Mohsin Naqvi, aseguró en una reunión con un líder islamista que "la India está jugando con fuego" y advirtió que Pakistán respondería "con fuerza a cualquier aventura" proveniente del país vecino.

La tensión entre las dos naciones, históricamente enfrentadas por el control de Cachemira, se intensificó en un clima de creciente incertidumbre entre la población. Además, las autoridades de Islamabad informaron que enfrentaban "dificultades" para repatriar a diplomáticos y a sus familias desde la India.

En otro acontecimiento relacionado, el Ejército de Pakistán reportó el arresto de un presunto terrorista de origen paquistaní el pasado 25 de abril, a quien Islamabad acusó de haber sido entrenado y financiado por la India.

Por último, el viceministro para Asuntos Jurídicos y Justicia de Pakistán, Aqeel Malik, declaró a EFE que el gobierno estaba "explorando todas las opciones legales" para responder a la suspensión unilateral del Tratado de Aguas del Indo, acto que, según Islamabad, podría ser considerado un "acto de guerra".