Una investigación reveló los riesgos de comer hamburguesas para el cerebro
Un estudio muestra que el consumo de carne roja procesada aumenta el riesgo de deterioro cognitivo y demencia.
Comer carne roja procesada con frecuencia, como hamburguesas o embutidos, podría aumentar significativamente el riesgo de desarrollar demencia, según un estudio publicado en la revista Neurology. Los investigadores, provenientes de prestigiosas instituciones como el Mass General Brigham y la Universidad de Harvard, analizaron la dieta de más de 130.000 personas durante décadas, encontrando vínculos alarmantes entre el consumo de estos alimentos y el deterioro cognitivo.
El estudio reveló que quienes consumían al menos un cuarto de una porción diaria de carne procesada (equivalente a dos fetas de panceta o un pancho) tenían un 13 % más de probabilidad de desarrollar demencia en comparación con aquellos que ingerían menos de una décima parte de una ración diaria.
¿Qué ocurre con la carne roja no procesada?
Curiosamente, el consumo de carne roja sin procesar no mostró una relación directa con el riesgo de demencia. Sin embargo, aquellas personas que consumían una ración o más al día tenían un 16 % más de probabilidades de experimentar deterioro cognitivo subjetivo, es decir, problemas de memoria y pensamiento que aún no son detectables mediante pruebas clínicas.
El papel del microbioma intestinal y las grasas saturadas
Los científicos también examinaron cómo el microbioma intestinal podría influir en el impacto de la carne roja procesada sobre el cerebro. Una sustancia llamada óxido N de trimetilamina (TMAO), producida durante la descomposición de la carne, está asociada con la acumulación de amiloide y tau, dos proteínas vinculadas al Alzheimer. Además, las grasas saturadas y la sal presentes en estos alimentos podrían afectar negativamente la salud cerebral a largo plazo.
Cambiar la dieta puede marcar la diferencia
La buena noticia es que sustituir la carne procesada por fuentes de proteínas más saludables, como frutos secos, legumbres o pescado, puede reducir el riesgo de demencia hasta en un 20 %. Por ejemplo, cambiar una ración diaria de carne procesada por pescado se asoció con un 28 % menos de riesgo.
En definitiva, reducir el consumo de hamburguesas y embutidos podría ser un pequeño sacrificio con grandes beneficios a largo plazo. Más allá de que el estudio no sugiere eliminar por completo la carne roja procesada, sí enfatiza moderar su consumo.

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