Armas nucleares: las conversaciones privadas entre Washington y Moscú

La desesperación de Putin parece no tener límites. Mientras se reporta que en las últimas horas un comandante militar en un centro de reclutamiento fue asesinado a balazos por un hombre que buscaba evitar la conscripción en la ciudad de Úst-Ilimsk, y diversos medios aseguran que el autócrata ruso se retiró de Moscú a una de sus residencias privadas, la Casa Blanca trabaja denodadamente para desarticular la amenaza del posible uso de armas nucleares en Ucrania.

Jake Sullivan, uno de los asesores en seguridad nacional de la administración Biden, dio detalles al respecto de las conversaciones privadas que mantienen con miembros del Kremlin buscando disuadir a Moscú y evitar este gravísimo escenario.

“Si Rusia cruza esta línea, habrá consecuencias catastróficas para ese país. Los Estados Unidos van a responder, y de una forma decisiva”, aseguró Sullivan.

“A través de canales privados hemos explicado en gran detalle exactamente qué significaría esta respuesta, pero queremos mantener la credibilidad que nos permita hablar directamente con los altos mandos en Rusia y detallarles cuáles serían las consecuencias de estas acciones sin involucrarnos en un ida y vuelta retórico de manera pública”, dijo.

Asegura Sullivan que, a lo largo de los últimos meses, la Casa Blanca ha calculado con precisión el momento y el contenido de los mensajes que envían al Kremlin, buscando mantener esos canales de comunicación privados y efectivos. "No queremos indicar cómo lucen esos canales privados exactamente, porque queremos protegerlos y así mantener la posibilidad constante de comunicarnos con Rusia y decirles, en términos precisos, por ejemplo, cuáles serían las consecuencias. Y serían catastróficas si Rusia se decidiera por el oscuro camino de utilizar armas nucleares".

La decisión de la Casa Blanca de hacer públicas estas conversaciones es claramente una estrategia para presionar aún más a Putin, y enviarle un mensaje claro: Estados Unidos no va a permitir que se siente el precedente de que una potencia nuclear pueda invadir y anexar territorios solo bajo la amenaza del uso de armas nucleares.