Coronavirus en Europa

Francia: bares y restoranes, contra las restricciones por la pandemia

Los propietarios amenazan con incumplir las reglas, mientras que las autoridades sanitarias intentan frenar el rebrote.

Redacción MDZ
Redacción MDZ domingo, 27 de septiembre de 2020 · 09:38 hs
Francia: bares y restoranes, contra las restricciones por la pandemia

La resistencia se organiza en el área urbana Marsella en torno a los bares y restaurantes, con apoyo de ayuntamientos y de la región, contra el endurecimiento del dispositivo frente al coronavirus, decidido por el Gobierno francés, mientras los médicos le piden que vaya más lejos.

El ministro de Sanidad, Olivier Véran, trató este domingo de calmar los ánimos, en respuesta a dueños de bares y restaurantes de Marsella que han amenazado con incumplir el cierre administrativo de sus locales a partir de esta medianoche y durante un periodo probable de quince días para frenar la propagación de la pandemia.

"No les hacemos responsables de la situación", subrayó en una entrevista al canal de televisión "LCI" Véran, que a continuación justificó la clausura de esos locales en el área metropolitana que forman las ciudades de Marsella y Aix en Provence, que han sido declaradas en "alerta máxima" junto a la isla de Guadalupe, en el Caribe por la elevada incidencia de positivos.

Explicó que con las cifras de seguimiento de la epidemia, ser cliente de bares y restaurantes entraña un riesgo de contagio entre cuatro y cinco veces superior, se refirió a escenas durante este verano de 200 ó 300 personas concentradas en un bar e insistió en que "no queremos volver a confinar el país".

La prefectura del departamento de Bocas del Ródano, donde se encuentran Marsella y Aix en Provence, debe publicar este domingo un decreto en el que se precise el área geográfica exacta en la que se aplicarán las nuevas reglas, así como su alcance.

El pasado miércoles, el titular de Sanidad presentó el nuevo dispositivo reforzado ante la preocupante progresión del número de casos, que prevé también para las zonas en "alerta máxima" el cierre de cualquier centro de recepción de público, salvo instituciones culturales que ya tienen un protocolo sanitario estricto, como teatros, museos o cines.

El presidente de la patronal de la hostelería UMIH en Bocas del Ródano, Bernard Marty, desaconsejó a sus socios incumplir la clausura porque "no queremos que se expongan" a sanciones.

En paralelo, en declaraciones este domingo a la emisora "France Info", Marty prometió "acciones jurídicas y físicas" contra el decreto porque "el dictado de Véran no es aceptable".

La "número tres" del Ayuntamiento de Marsella, la izquierdista Samia Ghali, que es alcaldesa de dos distritos de la ciudad, fue más lejos en su cuenta de Twitter.

Avanzó que no solo replicarán ante el Tribunal de Comercio las "decisiones injustificadas y unilaterales del Gobierno", sino que el Ayuntamiento no colaborará para hacer cumplir los cierres con los agentes municipales.

El presidente de la región, el exministro conservador Renaud Muselier, ha formalizado por su parte un recurso judicial por el procedimiento de urgencia por considerar que el cierre de bares y restaurantes es una "restricción desproporcionada de la libertad de empresa".

En una posición totalmente diferente, el presidente del Colegio de Médicos de Francia, Patrick Bouet, lanzó una advertencia del peligro de que la epidemia se desboque de nuevo como en primavera.

En una entrevista publicada este domingo por "Le Journal du Dimanche", Bouet indicó que Véran el miércoles no fue "suficientemente lejos" con su nueva vuelta de tuerca.

A su parecer, el ministro "no dijo que si nada cambia en tres a cuatro semanas Francia tendrá que afrontar durante largos meses de otoño y de invierno una epidemia generalizada en todo su territorio sin retaguardia de la que sacar refuerzos humanos, con un sistema sanitario incapaz de responder a todas las solicitaciones".

El endurecimiento de las medidas no sólo afecta a los territorios en "alerta máxima", sino que también hay once áreas urbanas, entre ellas París, que pasan a una "zona de alerta reforzada" en la que, por ejemplo, los bares tienen que cerrar como muy tarde a las 10 de la noche y deben cerrar las salas de fiestas o los gimnasios. 

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