EEUU: Negacionismo climático de Trump hace arder la carrera electoral

Donald Trump visita las zonas afectadas por los incendios forestales en California. La destrucción de casi 2 millones de hectáreas por las llamas ha puesto el cambio climático en el centro de la campaña electoral. Los dos rivales para el puesto en la Casa Blanca han entrado en una diatriba sobre qué ocasiona los incendios.

"Cuando tienes varios años con hojas en el suelo, hojas secas, estas se convierten en el combustible para el fuego. Los estados tienen que hacer algo al respecto. Tiene que haber una buena y sólida gestión forestal, de la que he estado hablando durante tres años con ellos, así que con suerte empezarán a aplicarla", argumentó Trump a su llegada a la Costa Oeste.

Esta hipótesis, aún no verificada ni apoyada por alguna institución ambiental, fue defendida por el mandatario cuando sostenía una reunión informativa sobre los incendios con las principales autoridades californianas. Rechazó que el aumento de las temperaturas globales fuera la principal causa.

Esta no sería la primera ocasión en que Trump expresara sus ideas negacionistas sobre el cambio climático. Durante toda su presidencia ha hecho caso omiso a los informes científicos que advierten las consecuencias de dicho fenómeno. 

"Si le dan a un pirómano climático cuatro años más en la Casa Blanca, se sorprenderían si tuviéramos al país en llamas? Si le dan al negacionista cuatro años más ¿por qué alguien se sorprendería de tener a Estados Unidos bajo el agua?", dijo el ex vicepresidente y candidato demócrata Joe Biden.

Biden ha llamado a su contrincante "irresponsable" por sus políticas medioambientales. La estrategia forestal de Trump es mantener los sotobosques limpios de maleza y se talar los árboles para crear cortafuegos algo que a su juicio impiden los ecologistas.

Al margen de la batalla política, los expertos coinciden en señalar una amalgama de motivos, que incluyen tanto el calentamiento global (menos lluvia, más sequedad y temperaturas muy altas) como la gestión forestal, además del incremento de la presencia humana en zonas tradicionalmente no pobladas, que hace que, cuando se declaran, estos fuegos resulten mucho más peligrosos.

Los bomberos trabajan en múltiples incendios a lo largo de la costa oeste del país para tratar de evitar que los fuertes vientos previstos para las próximas horas descontrolen todavía más los fuegos, en los que ya han fallecido por lo menos una treintena de personas desde mediados de agosto y decenas de miles permanecen evacuadas.

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