Medio siglo de amor: los emotivos recuerdos de Arturo Puig tras el fallecimiento de Selva Alemán
El reconocido actor y director se enfrenta a una nueva realidad en soledad. Los cambios lo atraviesan, mientras honra la memoria de su gran amor.

El gran artista, con la emoción a flor de piel, recuerda a su amada comañera de vida. Foto: X @elSanMartinCTBA.
El actor Arturo Puig atraviesa un período de adaptación y angustia luego del fallecimiento de su compañera de vida, Selva Alemán, en septiembre de 2024. Tras más de cincuenta años forjando una historia inquebrantable, la ausencia de la actriz ha significado para el director una reconfiguración total de su rutina y su hogar. Aunque el proceso resulta doloroso, el protagonista de innumerables éxitos no elude las emociones y, con una mezcla de melancolía y admiración, revive los momentos vividos y las conversaciones pendientes con su amada.
Entrevistado por el equipo de Intrusos (América TV), Arturo reveló el primer gran cambio que enfrentó. “Vivíamos con Selva en una casa muy grande, la vendí, compré un departamento y, sinceramente, ayer recién puse las lámparas. Poner una casa es todo un tema ¡Y cerrar aquella! que vivimos muchos años y está llena de recuerdos”, relató. El proceso de despedida del pasado fue, afortunadamente, atenuado por el apoyo de sus seres queridos. Puig destacó el valioso acompañamiento de su familia en esta ardua transición. Detalló, además, que su hija Jimena, dedicada a la moda y los desfiles, se hizo cargo de clasificar y disponer del guardarropa de Selva, que en parte se comercializó y el resto fue reubicado.
Te Podría Interesar
La intimidad del duelo y las costumbres de Arturo Puig
El intérprete de ¡Grande, Pa! confesó que la pérdida no solo trastocó su espacio, sino también las costumbres más arraigadas. Un detalle particularmente emotivo se centra en el lecho nupcial: “Yo dormía de un lado de la cama y ella del otro, ahora no puedo ir a donde dormía ella, sigo en mi lugar”. El actor admitió que sus días son “raros” y que la extraña muchísimo, al punto de que “a veces me parece que está”. Este sentimiento se enlaza con el lamento de “no haber hecho más cosas” a su lado. El artista reflexiona: “Ahora que no está, me doy cuenta de las cosas que ella hacía, que yo tendría que haber hecho y no hice cuando estaba ella. En la ausencia la valoro mucho más, es tremendo”.
Arturo Puig y Selva Alemán: un último deseo y el regreso a la pantalla
En el ámbito profesional, el trabajo en la serie Envidiosa actuó como un paliativo en medio del caos. “La serie fue un trabajo muy intenso, pero muy lindo. En ese momento, todavía vivía en la casa”, comentó el actor, a la vez que agradeció los llamados para volver al teatro, algo para lo que aún no se siente en condiciones. No obstante, ya tiene compromisos en la pantalla chica: está confirmado para una nueva temporada de la exitosa serie El Encargado. En este contexto de reaparición pública, Puig rememoró que, aunque sus diálogos sobre la muerte fueron “muy por encima”, Selva le había manifestado su deseo de "se quería ir primero".
Este nuevo camino de Arturo Puig incluye la incorporación forzosa de tareas domésticas que antes no ejecutaba: “Ahora me ocupo de una serie de cosas que antes, no tenía la menor idea, como ir a hacer las compras porque abro la heladera y veo que no hay nada, o bien pagar las cuentas que soy un desastre tecnológicamente”. En este entramado de soledad y nuevos deberes, los amigos se han convertido en un pilar fundamental. El círculo íntimo del artista, que lo consulta de forma constante sobre su estado, ha incrementado sus invitaciones, recordando incluso los legendarios encuentros gastronómicos que solían tener con colegas de la talla de Pablo Alarcón, Germán Kraus y Antonio Grimau, entre otros.