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La insólita confesión que decepcionó a Georgina Barbarossa y casi la hace abandonar su propio programa

La conductora se quedó perpleja al escuchar las anécdotas de sus panelistas. Ante lo ocurrido, la mujer no tuvo más remedio que levantarse de su silla.

La mujer no pudo contener su asombro. Créditos: Captura / TELEFE

La mujer no pudo contener su asombro. Créditos: Captura / TELEFE

Lo que comenzó con una crítica sobre la "excesiva" emotividad de Daniela Celis en el evento de la revista Gente, terminó con las panelistas, Analía Franchín y Alejandra Maglietti, revelando sus insólitas prácticas al llorar en la intimidad. La situación dejó sin palabras a Georgina Barbarossa.

La controversia se encendió cuando Georgina cuestionó la razón de las lágrimas de Daniela: "No, Daniela, no podés llorar así por las pestañas. Hay cosas más importantes. Tu marido está sano, vivo... No llorar así por las pestañas, hijas". Analía Franchín coincidió, calificando el acto de Celis como "un montonazo", y criticó la tendencia actual de grabarse llorando, especialmente por la búsqueda de engagement o interacción en redes sociales, una práctica que Alejandra Maglietti confirmó como un motor de la "nueva generación".

El momento que decepcionó a Barbarossa

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Sin embargo, el tema escaló cuando la conductora preguntó con incredulidad si alguien se grabaría llorando. Fue en ese momento cuando Franchín y Maglietti hicieron sus revelaciones más impactantes. "Yo cuando lloro me miro al espejo", disparó Analía, a lo que Alejandra sumó inmediatamente: "Sí, obvio. Yo lloro para mirarme, como una actriz…".

La reacción de Georgina fue inmediata y dramática: "¡¿Me están jodiendo?!", exclamó, levantándose de su asiento, impactada por la frialdad con la que sus panelistas abordaban un momento de supuesta vulnerabilidad.

Franchín continuó explicando su método, asegurando que siempre busca un espejo para llorar porque, al verse, logra "resolver el conflicto más rápido". Maglietti, por su parte, defendió la práctica bajo el lema de "tenés que ser dramática en la vida", añadiendo que si se ve "hinchada" es señal de que está "llorando bien".

Las insólitas confesiones de las panelistas sobre el llanto terminaron de descolocar por completo a Barbarossa, quien no pudo ocultar su incredulidad ante las técnicas de "actuación" de Franchín y Maglietti.