Carmen Barbieri se sometió a una incómoda entrevista: "A Santiago no le cambiaba el pañal"
La conductora se enfrentó a un mano a mano cargado de ironía y chistes de mal gusto. La experimentada artista demostró su aplomo ante el gran desafío.

La comediante no se guardó nada y redobló la apuesta en el picante ping pong. Foto: captura de pantalla El Trece.
La más reciente aparición de la figura del teatro de revista y la televisión se transformó, sin lugar a dudas, en uno de los episodios más controvertidos de su carrera. El encuentro se produjo en el programa Entre dos suculentas, bajo la conducción del polémico entrevistador Matías Bottero. La conversación se erigió como un auténtico test de carácter para Carmen Barbieri, quien tuvo que hacer frente a un cuestionario saturado de mordacidad, humor negro y punzantes alusiones personales.
El anfitrión del espacio estableció un tono deliberadamente incitador desde el inicio. Hizo alusión al "récord" de la invitada por abandonar sets de televisión y hasta lanzó una broma sobre la posibilidad de “atarla” para evitar que se retirara del estudio. A lo largo de los escasos quince minutos que se extendió la plática, el presentador aludió al difunto Santiago Bal, quien fue su cónyuge, con comentarios percibidos como de pésimo gusto y chistes que tocaban aspectos de su vida íntima. La celebridad, demostrando total entereza, respondió a cada comentario con notable cinismo y una dosis de aparente resignación, evidenciando su vasta pericia para sortear los excesos característicos de este tipo de formatos.
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El contrapunto se agudizó considerablemente cuando el moderador trajo a colación el engaño de Bal con Ayelén Paleo y otras vicisitudes que afectaron a su núcleo familiar. El punto de máxima fricción llegó al momento de deslizar comentarios jocosos sobre su hijo, Federico, y sobre el hecho de que "estuvo sexualmente con con un hombre". Pese a la escalada de la confrontación, la comediante mantuvo su temple y replicó con la sagacidad propia de quien domina los códigos implícitos del show business. En un clima que osciló entre la hilaridad, el sarcasmo y momentos de manifiesta tensión, la artista consiguió salir indemne de un diálogo que claramente fue diseñado para ponerla en una situación de extrema incomodidad.
Lo que emergió con claridad en medio de esta álgida polémica fue la inquebrantable destreza de Carmen para sostener el espectáculo, incluso cuando el malestar es un elemento predefinido en el guión de la picante entrevista. Ella es una figura con una amplia trayectoria en los medios de comunicación que, lejos de derrumbarse ante la presión, ha vuelto a confirmar su estatus. Una de las preguntas más filosas refirió a los cuidados de su exmarido: "A quién le cambiaste más el pañal, a tu hijo o a Santiago Bal?. Entonces la conductora sin pelos en la lengua respondió: "Mirá Santiago no usaba pañal, tenía un ano contranatura, entonces no le cambiaba el pañal, le cambiaba la bolsita".
Este episodio ratifica por qué la exvedette mendocina por adopción se mantiene como una de las damas más firmes y perseverantes dentro del panorama artístico nacional. Su reacción no fue la de una novata, sino la de una profesional que entiende que el drama, a veces, es parte de la función, incluso cuando este se traspone a un set de grabación. La audiencia fue testigo de una clase magistral de cómo la experiencia se impone a la provocación.