Así es la exclusiva casa de Marcelo Polino en Buenos Aires: ambientes modernos, jardín soñado y mucho estilo
El conductor sorprendió al revelar su hogar porteño, donde predominan la simpleza, el confort y un jardín imponente de 200 metros cuadrados: los detalles.

Marcelo Polino y su lujosa casa. Créditos: Instagram @marcelopolino
Marcelo Polino, figura veterana del espectáculo argentino y jurado emblemático en Showmatch, abrió alguna vez una puerta que rara vez muestra: su casa en Buenos Aires. Lejos del brillo del estudio, la vivienda revela una decisión estética clara: equilibrio entre lo clásico y lo moderno.
La propiedad combina líneas sobrias y materiales cálidos: paredes blancas que devuelven luz sobre pisos de madera, y objetos puntuales que rompen la neutralidad sin estridencias.
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Los puntillosos detalles del hogar de Marcelo Polino
El living, por ejemplo, tiene un sillón de gamuza bordó que actúa como punto focal; frente a él, una mesa de madera y sillas tapizadas en rojo y blanco suman un contrapunto cromático que relativiza la monocromía minimalista del resto del hogar. En otra esquina, un sillón gris y un espejo rectangular juegan con la percepción del espacio: más que vanidad, es un recurso para ampliar visualmente los ambientes.
Hay detalles que hablan directamente del protagonista. Sobre la mesa ratona descansa parte de su colección de moños, ese accesorio que durante años formó parte de su “imagen pública”, un pequeño índice de cómo lo personal y lo mediático conviven en el mismo escenario doméstico.
La cocina-comedor confirma esa mezcla: una mesa de vidrio con sillas blancas acolchonadas y banquetas negras con detalles plateados que aportan un aire moderno; las cerámicas decorativas, dispersas, introducen textura y color justo donde la sobriedad podría volverse fría.
El jardín, un pulmón de 200 metros cuadrados que Polino definió como casi un oasis en la ciudad, es otra cara de la vivienda. El espacio combina cemento, deck y empedrado, y aloja una parrilla minimalista en negro opaco junto a una mesa de madera pensada para encuentros sociales.
Curiosamente, quien no se considera un apasionado de la jardinería, incorporó el cuidado de plantas a su rutina durante la cuarentena de 2020: un gesto íntimo que habla de cómo los tiempos excepcionales reconfiguraron hábitos y prioridades dentro del hogar.
También cuenta una historia arquitectónica: la decisión de unificar dos departamentos contiguos para generar una vivienda más amplia y funcional. Esa obra de integración no solo amplió metros cuadrados; permitió articular zonas públicas y privadas sin perder la sensación de refugio. El resultado es un hogar que admite invitados, reuniones en la parrilla, charlas en el living, pero que, al mismo tiempo, preserva rincones para la privacidad.
La presencia de sus dos gatas completa el retrato doméstico. Animales que, además de compañía, ponen en evidencia otra elección: la de un hogar que prioriza el confort y la calidez por encima del lujo ostentoso. En ese sentido, la casa funciona como un relato: austero en el trazo, cálido en los materiales, medido en los contrastes.