La más terrible hipótesis sobre el objetivo de las denuncias de Viviana Canosa

Las repercusiones por las polémicas denuncias de Viviana Canosa, en las que salpicó de manera potencial a algunas conocidas figuras del mundo del espectáculo con acusaciones de abuso de menores y trata de personas, impulsaron a que desde los medios se barajen tres hipótesis sobre lo que hay detrás de los dichos de la polémica conductora, y una de esas opciones es sin dudas la más abrumadora.

Por un lado se especula, sin evidencias concretas, con la posibilidad de que Canosa haya caído en alguna "operación" relacionada con ensuciar a personalidades de Telefe, canal líder en materia de rating en la televisión argentina y principal rival en las mediciones de El Trece, señal en la que se emite el programa Viviana en vivo.

En tanto que una segunda versión apunta a que las denuncias de Viviana Canosa estarían tapando una información en ciernes sobre una presunta red de abusos de menores, en la que podrían quedar involucrados poderosos empresarios y referentes de la política nacional.

Por último, la hipótesis más terrible alrededor de las denuncias de Viviana Canosa gira alrededor de su irrefrenable vocación por la controversia, con una escalada en la que por ambición de rating la periodista habría saltado de denunciar a Lizy Tagliani por un supuesto robo de dinero y pertenencias en tiempos en que la conductora de La Peña de Morfi era peluquera y amiga de la figura de El Trece, a sugerir sin fundamento alguno que tanto la artista en cuestión como otras estrellas, generalmente pertenecientes al colectivo LGBTIQ+; tendrían algo que ver con delitos tan aberrantes como abuso de menores y trata de personas.

Hasta el momento, según el contenido de la denuncia que el periodista Tomás Méndez filtró y adjudicó a las acusaciones que Canosa habría formulado en Comodoro Py, no hay ninguna prueba concreta, así como tampoco testimonios de víctimas que avalen los dichos de la comunicadora de El Trece.

Mientras tanto, la líder de Viviana en vivo se limitó a decir este viernes que no hará más declaraciones mediáticas sobre el tema, y que el asunto seguirá su camino en la Justicia. Sin embargo, hay que recordar que sus denuncias comenzaron en la televisión, y a caballo de una vertiginosa carrera por el rating, que llevó a la conductora a una transición tan repentina y dudosa, como la de pasar de ventilar un presunto hurto a autoproclamarse abanderada de la lucha contra los abusos de menores. 

Sin evidencias de peso a la vista y con los nombres de figuras de la escena pública como únicos damnificados en este barro, de momento las acusaciones se reducen a un descontrolado arrebato de estelaridad por parte de Viviana Canosa, con la posible consecuencia de que todo esto quede estampado en un ejercicio de banalización sobre delitos extremadamente delicados, y la chance de que en caso de que la Justicia no detecte irregularidad alguna alrededor de la conducta de los denunciados; la periodista salga impune simplemente por haber formulado sus acusaciones de forma potencial.