Opinión

Vendimia y un cuento anodino en el que casi todo puede fallar

Un guion de tono infantil y una puesta en escena con limitados destellos de creatividad, complican a Coronados de gloria y futuro. Una vez más, dos infalibles caballitos de batalla salen al rescate.

Laureano Manson
Laureano Manson sábado, 2 de marzo de 2024 · 23:09 hs
Vendimia y un cuento anodino en el que casi todo puede fallar
Coronados de gloria y futuro, un espectáculo con aciertos y sombras Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

En su derrotero no siempre del todo afortunado, el jurado que seleccionó la propuesta que durante estas noches ocupa el escenario del teatro griego Frank Romero Day, volvió a darle su voto de confianza a un debutante, Pablo Perri, escenógrafo y docente oriundo de San Martín que asume la dirección general del espectáculo Coronados de historia y futuro

Tras dirigir algunas vendimias departamentales, el hombre que capitanea a más de mil artistas en escena cuenta con una historia de vida muy particular. Desde los 9 años es un acérrimo fanático de la Fiesta de la Vendimia, llegando a montar en el patio de su casa en plena niñez un show que convocó casi a un centenar de personas. Además, Perri durante temporadas fue el primero en las largas filas para comprar la entrada del Acto Central; convirtiéndose en gestor de la elección de la Reina de la fila.

En algunas ocasiones, el mejor relato está ahí, en los repliegues de una historia tan íntima como única. Sin dudas, la fantasía de ese pequeño enamorado de Vendimia, supera con creces al anodino guion escrito por Silvia Moyano, narrando en clave de cuento infantil las desventuras de Pedro, un orfebre (Matías González) que recibe el mandato de crear un objeto representativo de la identidad de su pueblo. Rodeado de bufones y personajes de presunta magia como el insomnio, la incertidumbre y la inspiración; el protagonista inicia un periplo por los consabidos pasajes de la historia mendocina que hemos visto desfilar año a año por el Frank Romero Day.

Coronados de historia y futuro, una fantasía vendimial que no logra despegar. Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ.

Con un texto que en varios momentos cae al abismo del desinterés, ese "sueño del pibe" que logra cumplir Pablo Perri no deviene en pesadilla por su experiencia para organizar el espacio escénico, y más allá de los limitados destellos de creatividad de su puesta en escena, el director sale por momentos airoso del desafío gracias al aprendizaje adquirido con su labor en otras fiestas departamentales de Vendimia, y también al innegable oficio de los artistas que le dan pulso a una propuesta en la que el esmero no logra ocultar la falta de convicción que se desliza del escenario a la platea.

A diferencia de otros espectáculos vendimiales, Coronados de historia y futuro presenta con claridad su premisa argumental desde los primeros minutos, aunque luego no logra sostener casi ni una pizca de sus promesas de encanto. Desde lo narrativo, el personaje protagónico puede pasar de la omnipresencia al olvido, mientras sus laderos acompañan el viaje sin conseguir verdaderos momentos de brillo. El relato se deshilacha en más de una ocasión, con una falta de fluidez que no da en la tecla de los buscados momentos de comicidad, ni en el bochorno de sus pasajes de "conflicto", como el de una helada que aparece vestida de parca. Desde lo visual, hay algunos aciertos en el diseño lumínico, el vestuario y la utilería mayor, contrarrestados por unas erráticas visuales en pantallas y unas deslucidas cajas lumínicas; que en esta ocasión quedan lejos de su momento de mayor esplendor.

El protagonista de Coronados de historia y futuro, rodeado de los bufones que lo acompañan en su misión. Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ.

Por otro lado, en el ensamble entre la puesta en escena y la dirección coreográfica, hay coloridos vaivenes que van desde la representación de una Mendoza actual con danza jazz ochentosa e impronta gay friendly, hasta el cuadro tanguero que acierta con su golpe de efecto de vestuario lumínico; para finalmente llegar al tumultuoso cierre de gauchos con atuendos dorados no aptos para puristas. Más allá de la disparidad de recursos, estos flashes son los que le confieren a Coronados de historia y futuro una bocanada de aire fresco, en medio de la consabida seguidilla de cuadros inevitables de todo Acto Central que aquí no mencionaremos.

El espectáculo del Acto Central de este año no tiene los condimentos para quedar en la gran historia de Vendimia. Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ.

Como gesto de nobleza, hay que destacar la convocatoria de Pablo Pierri a sus mentores que se desempeñaron en la dirección de espectáculos en otras temporadas de Vendimia, y que ahora pisan el escenario del teatro griego como artistas después de mucho tiempo. Entre ellos, el consagrado actor Guillermo Troncoso, los icónicos bailarines Claudia Guzmán y Héctor Moreno, la legendaria musa de la danza Vilma Rúpolo; y el dramaturgo Sergio Martínez en representación de su recordado hermano gemelo Claudio.

Finalmente, el merecido reconocimiento para una propuesta en la que el personaje protagónico descubre que el objeto más identitario de nuestro pueblo es ¡una corona!, va para los caballitos de batalla vendimiales que siempre resisten todo embate: la música en vivo, esta vez ensamblada por el infalible Paito Figueroa, y la tracción sanguínea de cientos de artistas folclóricos, que vuelven a hacer vibrar las tablas del Frank Romero Day a puro motor de una invencible pasión por su oficio.

Coronados de historia y futuro, un espectáculo rescatado por el oficio de sus artistas en escena. Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ.

Equipo artístico y técnico

Director general: Pablo Mariano Perri / Guion: Silvia Moyano/ Director audiovisual: Gustavo Fabián Lenarduzzi / Director Coreográfico: Carlos Fabián Ulloa / Director de Actores: Javier Omar Falcón / Director Musical: Paito Figueroa / Escenografía: María Claudina Gomensoro / Responsable de cajas lumínicas: Sergio Isaías Benegas Aranguez / Jefe técnico: Marcelo Pablo Jesús Garay / Asistencia en iluminación: Enrique Agustín Poblete / Asistente en sonido: Emmanuel Alejandro Acuña / Responsable en efectos especiales: Guillermo Javier Rodríguez / Jefa de vestuario y maquillaje: Elsa Elba Blanco / Responsable en utilería menor y/o mayor: Lucas Gustavo Grasso / Asistente de director audiovisual o productor: Walter Omar Sastre / Productor ejecutivo: Walter Fabián Ulloa / Jefe de traspuntes: Sergio David Ávila / Asistente coreográfica de folclore (1): Jessica Anabella Arancibia / Asistente coreográfico de folclore (2): Juan Eduardo Teves / Asistente coreográfica de contemporáneo: Graciela Ruiz / Asistente de vestuario y maquillaje: María Cristina Gómez / Dirección orquestal: Alicia María Pouzo / Asistencia de dirección: Cristian Alejandro Arce / Asistente de puesta en escena: Stella Maris Vera.

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