Entrevista

De Mendoza a tocar con Catupecu Machu: la historia de Nicolás Meardi

Una zapada con Fernando Ruiz Díaz le cambió la vida. El arribo a Buenos Aires, el debut en Vorterix y una gira por Europa. Cuando los sueños se cumplen.

Mauro Sturman
Mauro Sturman viernes, 19 de enero de 2024 · 22:05 hs
De Mendoza a tocar con Catupecu Machu: la historia de Nicolás Meardi
El mendocino ya debutó en la banda de Fernando Ruiz Díaz

Una cena, un par de guitarras y una batería. Eso bastó para que la vida de Nicolás Meardi, un talentoso músico mendocino de 24 años, cambiara para siempre. En pocos meses, dejó atrás la tranquilidad de Mendoza para convertirse en el nuevo refuerzo de una banda consagrada como lo es Catupecu Machu, tuvo su debut en Vorterix y aguarda concretar una gira por Europa para junio del 2024. Ésta es su historia. 

Existen pocas cosas más hermosas para quien ama la música que tomarse unos vinos y zapar. Eso hicieron Nicolás y Fernando Ruiz Díaz la noche que coincidieron en la cena que compartieron junto a José Behamonde y el reconocido enólogo mendocino Marcelo Pelleritti. Mientras improvisaban algunos covers, el líder de Catupecu Machu observó una batería y le preguntó a Meardi si era de su propiedad. Como la respuesta fue positiva, le dijo: "Dale, subite".

"Imaginate yo, estaba totalmente cagado hasta las patas. Estar con Fer Ruiz Díaz cenando y tocando en mi casa era una locura", recuerda Nicolás. Mal no le fue, el groove que el reconocido guitarrista y vocalista vio en su estilo lo llevó a lanzar un chiste premonitorio: "A este me lo llevo a Catupecu"

La vida de Nicolás continuó en Mendoza y Fer Ruiz Díaz volvió a Buenos Aires, aunque siguieron encontrándose cuando el frontman aparecía por nuestra provincia. Todo cambió una tarde. "Me llamó de la nada; la verdad es que no lo esperaba porque no nos comunicábamos constantemente", recuerda. Ese contacto le cambiaría la vida. "Lo que te estoy por decir es una locura, pero si querés, podés ser el nuevo baterista de Catupecu", atinó a decir el músico santafesino radicado en Buenos Aires.

Nicolás junto a su actual banda.

"Siento que lo tenés que hacer. Sos músico y no podés perderte vivir de la música, siento que tenés que ser vos", fue la frase elegida por Fernando para convencer a quien sería su nuevo refuerzo. En ese momento, Ruiz Díaz estaba rearmando Catupecu Machu a dos baterías y, al parecer, Meardi entraba en sus planes.

"Yo no tocaba la batería hace tiempo, estaba más enfocado en el canto y la guitarra. En Mendoza tenía una banda con la que estábamos grabando, donde yo era el vocalista. Le dije obviamente que sí, pero que no estaba tocando la batería. Estaba totalmente asustado, imaginate", relata a MDZ el joven mendocino. A partir de ahí, todo sería vértigo. Ensayos de 8 horas con su profesor, Luciano Báez; contactos con los otros miembros de la banda, Charlie Noguera y Julián Gondell, llamadas diarias con Ruiz Díaz y una mudanza a Buenos Aires. Comenzaba una nueva etapa.

El arribo a Buenos Aires.

Cuando llegó a la ciudad de la furia, Catupecu Machu ya tenía fecha de presentación. El debut de Nicolás sería en el Teatro Vorterix el 18 de diciembre del 2023. Nada mal. Pero para que eso suceda, el músico tuvo que dejar atrás la casa familiar y la imponente cordillera de Los Andes.

"A Mendoza la siento como mi ciudad, mi hogar. Siempre va a estar ahí esperándome cuando lo necesite. La energía de la montaña la siento a la distancia, siempre. Estoy muy conectado con Mendoza. Es la ciudad que más me gusta en el mundo, literalmente", afirma el baterista sobre lo que le genera la tierra que tuvo que abandonar para cumplir su sueño. 

Sobre su nueva ciudad, señala: "Buenos Aires tiene un encanto increíble también. Y una energía súper, súper poderosa. Te saca cosas de adentro que no sabías que existían. Pasé de vivir con mi familia a vivir solo. Ahora estoy parando en la sala de Catupecu, que es una casa donde vivía Fer con su familia de chico. Y Gaby también. No nos olvidemos de Gaby, nunca".

Los primeros ensayos.

"Me sentía un pichón", explica Nicolás cuando recuerda los primeros ensayos. "Estaba seguro de que tenía que estar ahí, ya lo sentía, el recibimiento de los chicos fue muy positivo, siempre hubo muy buena onda y predisposición ante todo. Conté con la compañía de ellos durante todo el proceso para aprender a ser un catupé, desde la expresión, hasta el sonido que busca la banda".

El mendocino durante el show en Vorterix

"Yo no ensayé por primera vez con Fer, ensayé con Charlie y con el otro batero, Juli. Ellos me fueron llevando por el camino que hay que encontrar para generar el sonido de lo que es Catupecu Machu, que es una banda muy poderosa. Cuando ensayé con Fer para preparar el Vorterix del 18 (diciembre), fue otra cosa. Él se fija en detalles diminutos, por así decirlo, que también te ponen en tensión porque él es muy intenso, tiene mucha energía, y cuando te marca algo, hasta que no lo sacás, no avanzás".

La evolución como baterista, los referentes y el sueño cumplido

Para llegar a tocar en una banda como Catupecu Machu no basta solo con el talento, se necesita constancia, estudio y mucho ensayo. Sobre esa evolución que fue experimentando en el último tiempo, Nicolás afirma que el progreso abarcó "absolutamente todo. La constancia con el instrumento, el estudio, practicar, la expresión corporal, fijarme en detalles que van más con la expresión del cuerpo. También le estoy pegando más fuerte a la batería, claramente. Catupecu es una banda que tiene un estilo de batería, y sus bateristas siempre han llamando la atención debido al power que generan".

Si bien Meardi tiene como referentes al ex baterista de Nirvana, Dave Grohl, y al actual de la banda norteamericana Red Hot Chili Peppers, Chad Smith, reconoce que los miembros de su actual formación con los que comparte instrumento "han sido una inspiración". Sin embargo, durante la charla, se nota la admiración que le genera Fernando Ruiz Díaz. "Cuando estábamos arrancando y yo le mandaba videos para que me corrija, me pasó una entrevista de Bruce Lee hablando sobre la expresión corporal. Imaginate todo lo que aprendí, no solo como baterista, sino cómo hacer que el movimiento, la expresión y la batería sean un arte totalmente aparte, es un show dentro de un show", señala.

Ahora, mientras asegura que tiene el pasaporte al día para la gira que la banda realizará por Europa en junio de este año y admite que todavía no se lo puede imaginar, responde la última pregunta de MDZ respecto a que le diría a su propio yo si pudiera viajar en el tiempo y encontrarse con su versión adolescente. "Me emociona. Le diría que nunca deje de creer que va a suceder todo lo que quiera que suceda y que nunca deje de pensar en que eso va a pasar. Que crea en él". 

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