El momento más criticado del espectáculo de Fátima Florez relacionado con su imitación de Javier Milei

Fátima Florez sigue adelante con su temporada teatral veraniega en Mar del Plata, y más allá de que la popular artista está liderando la taquilla en la ciudad balnearia, su imitación de Javier Milei no ha pasado despercibida y ha desatado duras críticas por una razón particular.

Conocedora de los gustos del público masivo, en su show Fátima 100%, la pareja de Javier Milei despliega sobre el escenario sus recreaciones de famosas figuras y aprovechando su relación con el mandatario estrenó una imitación del líder de La Libertad Avanza, apelando a latiguillos del presidente como "no hay plata" o el consabido "viva la libertad, carajo".

Sin embargo, más allá de que algunos periodistas han señalado que la imitación de Javier Milei que hace Fátima Florez no es del todo lograda, algunos han focalizado en el perfil ideológico de tal representación, en la que la actriz hace una suerte de liviano blindaje cómico de su novio, a diferencia de las humoradas más corrosivas que hace sobre la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner en su recreación de la expresidenta.

Si bien hay especialistas en espectáculos que consideran que Fátima Florez no da en la tecla con la imitación de Javier Milei por una cuestión de género, asegurando que la artista se mueve como pez en el agua cuando recrea a mujeres; lo que más ha molestado es la parcialidad ideológica con la que lleva adelante el personaje de su novio.

En La Nación, el periodista Pablo Mascareño escribió por ejemplo: "Innecesariamente, Fátima Florez toma partido. Tratándose de la pareja del Presidente de la Nación, hubiera sido más prudente de su parte no empantanarse en la “grieta” y tomar distancia de estas cuestiones".

Otro aspecto frecuentemente cuestionado en el show de Fátima Florez, más allá de su imitación de Javier Milei, tiene que ver con la falta de criterios de puesta en escena que muchos periodistas señalan en la propuesta, que se limita a una sucesión de cuadros sueltos, sin mayor crescendo emotivo ni espectacular.