Análisis

La serie psicodélica de Netflix que divide las aguas: ¿genial o basura?

The Midnight Gospel es lo nuevo del creador de Hora de Aventura, la serie animada de culto que marcó a una generación. Su estilo psicodélico y su guión inescrutable hacen que sea amada u odiada por igual.

Francisco Pérez Osán
Francisco Pérez Osán miércoles, 29 de abril de 2020 · 11:28 hs
La serie psicodélica de Netflix que divide las aguas: ¿genial o basura?

Los amantes de la animación habían recibido una buena noticia días atrás: el creador de Hora de Aventura, Pendleton Ward, volvía al ruedo con una serie de Netflix años después de haber anunciado su retiro. The Midnight Gospel (El evangelio de medianoche) se presentaba como una apuesta a todo o nada dentro de un segmento que tiene verdaderos pesos pesados como es la animación para adultos, y tras su estreno se pudo comprobar que ciertamente no está pensada para un público masivo.

La premisa ya muestra el surrealismo en el que se sumergirá el espectador: el personaje principal, Clay, viaja por mundos simulados entrevistando a diferentes personajes para su podcast espacial (spacecast). Mientras graba estas conversaciones, la animación muestra un ritmo muchas veces frenético y que casi nada tiene que ver con la charla.

La serie es experimental como hace mucho no se veía. La animación es exquisita, y muestra mucho de la psicodelia que Ward venía cultivando en Hora de Aventura. Sin embargo las charlas, sacadas directamente del podcast del otro creador de la serie, Duncan Trussell, son muchas veces inescrutables, y obligan al espectador que quiere sacarle el jugo a la serie a investigar mucho más allá de los veintitantos minutos que dura el capítulo.

The Midnight Gospel no es para nada una serie fácil de ver. Parece teledirigida a los ex adolescentes hiperinformados y que crecieron con el surrealismo lisérgico de Hora de Aventura, y no hace ningún tipo de intento por atraer a un público más grande. En las conversaciones se pueden escuchar disgregaciones acerca de drogas, magia negra, el alcoholismo, la vida y la muerte o el arte.

¿Vale la pena verla? Muchos abandonarán rápidamente este experimento, pero, como ya dijimos, eso es esperable. La recompensa por "aguantar" es la exposición a animaciones más cercanas al arte que a la TV, a pesar de lo denso de las entrevistas. ¿Es genial o es basura? Sólo lo puede decidir el espectador.

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