Películas italianas decepcionan en el festival de Venecia
Cuando el director estadounidense Quentin Tarantino describió al cine italiano actual como "deprimente," muchos en la industria esperaban que el festival de Venecia demostrara que estaba equivocado.
Pero, mientras el festival -que alguna vez fue la vidriera del gran cine italiano- llega a su fin, ninguna de las tres películas locales que están en la competencia principal de 23 producciones es considerada como una contendiente seria para el máximo premio, que se otorgará el sábado.
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Las tres realizaciones pertenecen a cineastas jóvenes y emergentes, una audaz elección del director del festival, Marco Müller, que los críticos dicen no fue recompensada con calidad.
"El cine italiano no sale de este festival muy bien posicionado," dijo Paola Jacobbi, de la edición italiana de la revista Vanity Fair.
"La verdad es que vinimos aquí para lanzar algunos golpes, pero terminamos siendo golpeados nosotros," comentó a Reuters.
Tarantino ha tenido a la industria cinematográfica italiana en armas desde junio, cuando expresó su poco halagadora opinión sobre la actual producción del cine local.
"El nuevo cine italiano es simplemente deprimente," afirmó el director en una entrevista con una revista local.
"Las últimas películas que vi son todas iguales. Hablan de niños creciendo, o de niñas creciendo, o de parejas en crisis, o de vacaciones de discapacitados mentales," añadió.
Los comentarios desataron furiosos reproches en Italia, Sophia Loren, por ejemplo, manifestó que Tarantino no sabía nada sobre el cine italiano o estadounidense, pero también generaron un examen introspectivo en una industria desesperada por hallar a su nuevo Federico Fellini.
Dos de las películas en competencia en el Lido, "Il Dolce e L'Amaro" de Andrea Porporati y "L'Ora di Punta" de Vincenzo Marra, lidian con cuestiones de actualidad, haciéndole frente a la mafia y a la corrupción, respectivamente.
Pero los críticos dijeron que ambas carecen de originalidad y un estilo implacable. La tercera, "Nessuna Qualita' agli Eroi," tampoco logró atrapar con su historia sobre la angustia masculina.
"Sin alma"
"Estas son historias que deberían ser nuevas, pero ya han sido contadas brillantemente en el pasado por nuestros mejores cineastas," dijo Natalia Aspesi, crítica de cine del matutino La Repubblica.
"Nuestras películas actuales parecen dramas de televisión en vez de cine, no tienen alma," añadió.
Muchos en Italia se hacen eco de su opinión, a pesar de que el cine local ganó tres premios Oscar, incluyendo el de mejor película extranjera, obtenido en 1999 por "La vida es bella" de Roberto Benigni, y el máximo galardón de Cannes, logrado dos años después por "La habitación del hijo" de Nanni Moretti.
Los expertos dicen que la industria aún debe recuperarse luego de un período estéril que comenzó en la década de 1980, cuando un florecimiento de las producciones televisivas casi aniquiló la creación cinematográfica de Italia.
"Creo que aún hay personas que tienen algo para decir aquí y tampoco veo muchos talentos afuera. En cuanto a Tarantino, debería ver de nuevo sus propias películas antes de hablar sobre nosotros," afirmó el director Vincenzo Marra.
"El nuevo cine italiano es simplemente deprimente," afirmó el director en una entrevista con una revista local.
"Las últimas películas que vi son todas iguales. Hablan de niños creciendo, o de niñas creciendo, o de parejas en crisis, o de vacaciones de discapacitados mentales," añadió.
Los comentarios desataron furiosos reproches en Italia, Sophia Loren, por ejemplo, manifestó que Tarantino no sabía nada sobre el cine italiano o estadounidense, pero también generaron un examen introspectivo en una industria desesperada por hallar a su nuevo Federico Fellini.
Dos de las películas en competencia en el Lido, "Il Dolce e L'Amaro" de Andrea Porporati y "L'Ora di Punta" de Vincenzo Marra, lidian con cuestiones de actualidad, haciéndole frente a la mafia y a la corrupción, respectivamente.
Pero los críticos dijeron que ambas carecen de originalidad y un estilo implacable. La tercera, "Nessuna Qualita' agli Eroi," tampoco logró atrapar con su historia sobre la angustia masculina.
"Sin alma"
"Estas son historias que deberían ser nuevas, pero ya han sido contadas brillantemente en el pasado por nuestros mejores cineastas," dijo Natalia Aspesi, crítica de cine del matutino La Repubblica.
"Nuestras películas actuales parecen dramas de televisión en vez de cine, no tienen alma," añadió.
Muchos en Italia se hacen eco de su opinión, a pesar de que el cine local ganó tres premios Oscar, incluyendo el de mejor película extranjera, obtenido en 1999 por "La vida es bella" de Roberto Benigni, y el máximo galardón de Cannes, logrado dos años después por "La habitación del hijo" de Nanni Moretti.
Los expertos dicen que la industria aún debe recuperarse luego de un período estéril que comenzó en la década de 1980, cuando un florecimiento de las producciones televisivas casi aniquiló la creación cinematográfica de Italia.
"Creo que aún hay personas que tienen algo para decir aquí y tampoco veo muchos talentos afuera. En cuanto a Tarantino, debería ver de nuevo sus propias películas antes de hablar sobre nosotros," afirmó el director Vincenzo Marra.