Lily Allen escandalizó anoche en su primer concierto en Argentina

La noche empezó con una frase poco recomendable para personas pacatas. “Chicas, díganme la verdad… ¿Los argentinos tienen el pito chico?" preguntó Lily Allen a no más de cuatro mil niñas  que llegaron hasta el Luna Park por la rúbrica de "Teens Live" donde primero había tocado los locales Airbag.

Con un vestido violeta y una cerveza en mano, la inglesa brindó un concierto distinto a los vistos en Buenos Aires ante un público demasiado moderado para ser fans de Allen.

Después de suspender una serie de shows en el Reino Unido por problemas médicos (incluso publicó un certificado médico en su MySpace), el concierto en nuestro país despertaba dudas, sobre todo  por la escasa venta de tickets.

Su hit más conocido en Argentina es Smile, pero sin embargo es considerada la artista pop del momento, y su show es el más esperado en todo el mundo.

Sus canciones hablan de historias de novios que la traicionaron y de amigas que la traicionaron con sus ex novios. Y además de su primer corte (Smile), otras dos canciones suenan en todas las radios LDN y Littlest things.

Anoche, brindó el mismo show que la ha llevado a recorrer el mundo y Lily se colgó una stratocaster negra para machacar el inédito "Sunday Morning" y, hacia el final de la performace, como recreo para los tracks de su único disco (tocó Alright, Still entero), interpretó "Gangsters" de The Specials.

"Porque el ska es la música que a mi realmente me gusta", acotó. Sobre los bises, los covers abundaron y versionó a Blondie en "Heart of Glass", montada con sus "Lalala´s" y ese recitado londinense clásico; y también citó a su productor, Mark Ronson, con el cover de Kaiser Chiefs, "Oh My God".

Entre los famosos que se acercaron a escuchar el show, se lo vio con entusiasmo Gustavo Cerati, parte de Turf, Árbol y la escuadra completa de Miranda!

Este es el video de su más exitoso tema, Smile.