Escándalo mundial: Toyota suspende las entregas de Land Cruiser, Hilux y más

En un golpe inesperado para Toyota, la compañía ha detenido la entrega de 10 vehículos debido a irregularidades en la certificación relacionadas con motores diésel fabricados por una de sus filiales, Toyota Industries Corporation (TICO). 

Esto afecta a modelos de las marcas Toyota, Lexus, Mazda y Hino, marcando un nuevo capítulo en los problemas enfrentados por el grupo automotriz más grande del mundo. La noticia surge después de escándalos previos en la filial Daihatsu y la afiliada de camiones Hino Motors.

En un reciente comunicado Toyota admitió que los datos de potencia habían sido manipulados en 10 de sus modelos vendidos a nivel mundial, lo que llevó a la suspensión de las entregas. En una conferencia de prensa en Tokio, el presidente de Toyota, Koji Sato, ofreció disculpas sinceras por los inconvenientes causados a los clientes y aseguró un abordaje rápido de la situación.

La revelación de este problema surgió después de que Toyota encargara a un comité de investigación independiente que examinara irregularidades con montacargas y equipos de construcción. Sin embargo, la investigación reveló que también afectaba a vehículos conocidos como el Toyota Land Cruiser Prado, Hilux, Fortuner y Land Cruiser 300, así como al Lexus LX500d, al Hino Dyna y a la camioneta Mazda Bongo Brawny. El recién lanzado Land Cruiser 250, destinado a Norteamérica, se mantiene exento de este inconveniente.

Toyota explicó que los vehículos involucrados estaban equipados con motores diésel cuyas unidades de control electrónico (ECU) diferían de las utilizadas en las pruebas. Según la empresa, una filial empleó software para medir la potencia, lo que suavizaba las "valores, aparentando menos variación". Toyota aseguró que esto no afecta el rendimiento del motor durante las pruebas de emisiones.

La automotriz afirma haber vuelto a verificar los motores destinados a modelos de producción masiva, asegurando que cumplen con los estándares de potencia. Esto implica que los vehículos en circulación pueden seguir siendo utilizados. No obstante, TICO ha detenido el envío de estos motores, y Toyota ha suspendido las entregas de los vehículos afectados.

El impacto de esta medida se sentirá en Japón, Asia, Oriente Medio, África y Europa, regiones donde se comercializan estos vehículos. Alrededor de 84,000 vehículos en todo el mundo fueron vendidos con motores sospechosos, y la producción de estos motores comenzó en 2020.