Pagani Huayra Codalunga, una reliquia basada en los históricos de Le Mans

Han pasado 11 años desde que Pagani lanzó el Huayra, uno de los superdeportivos de vanguardia que se convirtió nada más y nada menos en el sucesor del Zonda. Si bien posee una limitada cantidad de unidades producidas por año (como suele suceder con esta clase de automotrices), la compañía continúa apostando por versiones especiales que aumentan aún más la exclusividad.

Así nació el Codalunga, una reliquia que comenzó a desarrollarse en 2018 por la división especial Pagani Grandi Complicazioni, luego de que dos coleccionistas de la marca le pidieran al dueño de la automotriz (Horacio Pagani) una versión del Huayra con una “cola más extensa” (como bien indica su nombre en italiano: “cola larga”).

La idea del proyecto no solo buscaba un diseño más atractivo, sino también aumentar la aerodinámica del vehículo con el objetivo de mejorar las prestaciones a la hora de manejarlo. De esta manera, desde el inicio del desarrollo, Pagani se basó en los precedentes históricos, para saber si la variante Codalunga podía lograr cifras únicas al momento de pisar el acelerador.

Como recordarán durante la década de 1960 y 1970, algunos de los modelos que fueron un hito en las 24 Horas de Le Mans fueron los long-tails, aquellos superdeportivos de competición que poseían una extensión en la zona posterior, para mejorar la distensión del viento al impactar contra la carrocería. Estos cambios aerodinámicos producían que los distintos participantes de la carrera pudieran alcanzar velocidades máximas más elevadas.

Con este tipo de modificaciones tenidas en cuenta para el proyecto, Pagani desarrolló tan solo cinco unidades del nuevo Huayra Codalunga, con un capó trasero 360 mm más largo que las versiones tradicionales de este modelo, sumado a una superficie de 3,7 m2. En el frente, si bien los cambios son menos notorios, una de las mayores diferencias se encuentra a la altura del paragolpes delantero, en especial en la estética de la parrilla.

A su vez, se redujo el peso total del vehículo (70 kilos), ya que pasó de 1.350 a 1.280 kg. La idea de su creador fue eliminar aquellos componentes que producían que el auto fuera más pesado y no generaban demasiada utilidad. Por ejemplo, uno de los elementos apuntados tuvo a la rejilla trasera como protagonista (ahora las salidas de escape de titanio de 4,4 kg no están tan contenidas).

Puertas adentro, el interior se encuentra bien sobrecargado con materiales y componentes de alta calidad, como nos tiene acostumbrados los diferentes modelos de la marca. Además, la paleta de colores combina una tonalidad plata con otra amarronada, que hará sentir al usuario el lujo en todo momento.

En relación al corazón del Huayra Codalunga, se encuentra representado por un motor 6.0 V12 biturbo de 840 CV y 1.100 NM de torque, asociado a una transmisión AS7 (secuencial de siete marchas). Para contener el vehículo a altas velocidades, los frenos son a disco (autoventilados) de cerámica de carbono.

¿Cuál es el valor de esta nueva perla de la industria automotriz? Como mencionamos anteriormente, estamos frente a un superdeportivo con una alta exclusividad que se limita a tan solo cinco unidades. Aquella persona que desee adquirir alguno de estos ejemplares, deberá desembolsar 7.000.000 de euros, una cifra aún más elevada que el Huayra tradicional, pero que seguramente valdrá la pena la diferencia.