Los ocultos pero reales motivos del triunfo libertario, con Espert en la foto, en la provincia de Buenos Aires
Cuando hay una representación unificada del antikirchnerismo suele ganarle a los candidatos que propone Cristina. La Libertad Avanza fue la herramienta utilizada por los bonaerenses para manifestarse en contra del peronismo k. ¿Es cuestión de candidatos o solo basta con que estén juntos?
Javier Milei junto a su hermana Karina, Patricia Bullrich, Diego Santilli y Karen Reichardt.
X (@JMilei)Lo primero que hay que decir que los votantes del kirchenrismo como del antikirchnerismo, hoy representado por La Libertad Avanza, actúan de la misma manera. Eligen sin mirar quién está en la boleta con tal de que no gane el otro. Y ante la posibilidad de unificar una oferta electoral con el PRO, ambos le terminaron ganando, por un punto, a la lista armada por Cristina Fernández de Kirchner, quien a propósito dejó afuera a todos los intendentes que, hace un mes, habían ganado por catorce puntos en el mismo territorio.
Nadie, pero realmente nadie, imaginaba el resultado que se dio en la provincia de Buenos Aires. El resultado del 7 de septiembre le había quemado los papeles a la mayoría de los encuestadores y consultores, que no advirtieron la experiencia electoral que se avecinaba, con 135 intendentes, mini gobernadores, votando por primera vez para candidatos que sólo a ellos les interesaban, de los cuales 85 representaban a Fuerza Patria y, además, representaban al 90% de los distritos más poblados del Gran Buenos Aires.
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En esta oportunidad, estos jefes comunales no trabajaron. Y si lo hicieron, lo hicieron de “brazos caídos”. Fuerza Patria perdió casi 400.000 votos mientras que La Libertad Avanza consiguió un millón más de los que tuvo hace cincuenta días. Según confió un finísimo analista que no podía creer en sus propios números, de los votos obtenidos por Diego Santilli, un tercio exacto fueron a buscar la boleta violeta porque no quería que ganase el kirchnerismo.
A la mañana los intendentes peronistas notaban que algo estaba pasando en sus territorios. Fundamentalmente se expresaba en lugares como Avellaneda, Malvinas Argentinas y Ensenada que en las anteriores elecciones desdobladas habían conseguido casi 70% de los votos y ahora veían cómo sus propios sondeos le daban alrededor de 50%. En el municipio que más votos revirtió La Libertad Avanza fue en Pilar, en la que la boleta de Jorge Taiana ganó por solo 6% pero en septiembre, la lista de Federico Achaval, el intendente, había conseguido casi 30 puntos.
Extrañamente, los únicos municipios donde mermó la cantidad de votantes libertarios fueron Tres de Febrero y General Pueyrredón, conducidos por los mileístas Diego Valenzuela y Guillermo Montenegro. Ahí se observó que ambos intendentes son un poco más que el mileísmo. En San Isidro fue el distrito que más votos consiguió la lista que aún tenía a José Luis Espert en la foto, seguido por Vicente López. Si estos distritos y sus jefes políticos, Ramón Lanús y Soledad Martínez unieran sus destinos, dominarían la discusión de la región en el mundo libertario PRO.
Según el sociólogo Luis Costa, “este resultado fue mucho más lógico que el de septiembre” porque el voto antiperonista agrupado siempre es mayor al propio que ahora representaba Fuerza Patria. La salvedad entre elección y elección es que el mes pasado había ocho ofertas seccionales distintas con competencias locales en todos los municipios. Ahora, ante la unificación de la oferta, porque era una lista contra otra, los 14 puntos en favor de Fuerza Patria se transformó en 1% para La Libertad Avanza, muy similar a la ventaja que Diego Santilli sacó en 2021 cuando representaba Juntos por el Cambio.
“Efectivamente, el voto de Milei ahora es el mismo voto de Juntos por el Cambio”, aseveró Costa. En el mundo de las relatividades, también algunos analizan que es muy pronto para considerar que Diego Santilli haya ganado la elección a pesar que fue el candidato que hizo campaña por La Libertad Avanza por la defección de Espert. Las peleas internas en todos los distritos los vio con sus propios ojos y la gente, se puede analizar, usó a la lista violeta como contrapartida al kirchnerismo.
Igualmente, Santilli es hoy la representación misma de la victoria. Lo que en 2023 se discutió hasta el hartazgo con el resultado de ayer toma nuevamente sentido. ¿Qué hubiera pasado si Juntos por el Cambio lo hubiera elegido a él en el marco de unidad en el PRO y la UCR en lugar de Néstor Grindetti? Su presencia y poder de convicción ¿podrían haber aplacado la presencia de Carolina Píparo, hoy inexistente, como competidora libertaria? Quizás la fuerte financiación brindada por el oficialismo massista de aquel entonces hubieran hecho trizas tal posibilidad, pero la duda siempre queda.
El peronismo en pleno pase de facturas
Qué difícil se le hará al peronismo kirchnerista renovador discutir su futuro si antes no internaliza que debe renovarse sustancialmente. Si bien Axel Kicillof tuvo razón cuando explicitó su estrategia de desdoblar la elección provincial, también la tenían Cristina Kirchner y Sergio Massa cuando alertaban que esa situación provocaría que los intendentes luego se desentendieran de lo que pasaría en octubre y que, además, iba a actuar como una PASO, en las que siempre el no peronismo kirchnerista se agrupaba y ganaba, como terminó pasando.
Sin embargo, lo que ahora parece claro que si se mantenía la política del gobernador, otorgándole el poder electoral a los intendentes, el resultado hubiera sido otro. Aquellos jefes comunales que no fueron en las listas de septiembre tuvieron que haber sido incorporados a las de octubre. Sino, preguntar por las elecciones realizadas en Pilar y Escobar, por ejemplo, en las cuales Achaval y Ariel Sujarchuk ganaron por amplísimas diferencias pero ahora la lista de Jorge Taiana ganó por solo dos puntos en Pilar y directamente perdió en Escobar.
Ni que hablar en otros municipios en las que la diferencia se achicó a solo una decena de puntos cuando en septiembre fue del triple. Quizás suele desmesurada la palabra de Gastón Granados, el intendente de Ezeiza, quien se ufanó de ser ellos, los intendentes, los dueños de los votos. Pero es delirante pensar que el kirchnerismo perdió porque no estaba Cristina Fernández de Kirchner en la boleta. Cuando ella armó Unión por la Patria quedó a cinco puntos de Gladys González, hoy sin paradero conocido en la política nacional.
La mesa decisoria nacional compuesta, fundamentalmente, por Cristina y Máximo Kirchner y Sergio Massa, por un lado, y Kicillof, por el otro, fracasó. El dos a uno que le hicieron al gobernador provocó que Juan Grabois fuera la voz cantante de una lista sin futuro ni un voto más de lo que le brinda, sin salir de su casa, el peronismo bonaerense al resto del país. Si no rompen con la pulsera que los ata al tobillo de la ex presidenta nadie de ese espacio podrá armar una nueva canción o, al menos, un buen remix.
En un mensaje en X, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, se jactó que el punto que le faltó a Fuerza Patria para triunfar, aunque agónicamente, nuevamente en la Provincia de Buenos Aires se lo llevó él. Poco para un movimiento que desde hace una década no se anima a romper con el status quo. Inclusive para Gray, quien quedó tercero en su pueblo, detrás de La Libertad Avanza y Fuerza Patria.


