Imagen corporal y redes sociales: ¿una relación tóxica?

Las imagen corporal, actualmente trasciende  la propia construcción mental, ya que hoy se inserta y convive dentro del universo de la virtualidad. Desde este caleidoscopio digital, nos encontramos con millones de miradas, distintas y anónimas que juntas construyen, fortalecen o debilitan la propia imagen corporal, y con ella la identidad. Se erosiona el amor propio porque pasa a ser de otros,  otros que miran y comentan en forma permanente y masiva sobre lo que sólo se ve, depositando en ellos, no sólo el cuerpo y  la fotografía, sino también la autoestima.

Las redes sociales funcionan como medio, soporte y refuerzo del fat talk, estas conversaciones, fotos, palabras y comentarios negativos acerca de la propia imagen y la de los demás, el peso y  la alimentación, que rechaza  olectivamente lo que es distinto, lo imperfecto, no pudiendo tolerar, lo que escapa al ideal de belleza, modelo imposible, dañiño y absurdo; es un culto al vació.

Estos  comentarios negativos con respecto a la propia imagen y la de los demás, mantienen y aumentan la insatisfacción corporal,  la sensación de vacío y la frustración, afectando profundamente el estado de ánimo y desatando una catarata de pensamientos negativos recurrentes, que van conformando un autodiálogo dolorosamente negativo.

Entre todos podemos mejorar estos entornos digitales, para que las fotos  muestren momentos positivos, de disfrute, donde no se  deforme la realidad ni nuestra propia y valiosa imagen corporal.