Huevo poché vs. huevo duro: preparación y trucos secretos para cada uno
Preparaciones básicas al poder: todos las claves para que salgan los huevos, como te gusten más, salgan perfectos
Huevo duro, poché, revuelto, pasado por agua. Son sólo algunas de las maneras en las que se pueden preparar los huevos: para incorporar a un sándwich, para disfrutarlos solos o para formar parte de algún exquisito platillo que incluya este exquisito ingrediente en su receta.
Sin embargo todos tienen sus secretos, tiempos, trucos y claves para que queden exactamente en los términos de cocción en que los queremos. No es ni tan difícil ni tan simple como parece.
Sólo se necesita conocer exactamente el tiempo de ebullición y los utensilios indicados para hacer magia con una yema y una clara dentro de una cáscara y una olla.
¿Listos para convertirse en expertos en esta noble y básica cocción? Que comiencen a correr esos cronómetros.
Huevos duros
Los huevos duros quizás sea la preparación más sencilla, pero muchos se quejan de haberlos sacado antes, o de haberlos dejado de más, para asegurarse que no los encontraran demasiados blandos al retirarlos del fuego ¿A quién no le pasó?
Para obtener yema y clara firmes habrá que comenzar con una olla con agua con sal y el huevo en el mismo momento en el que ponemos a preparar todo. Es decir, al comenzar a hervir el agua, el huevo ya debe estar allí.
El tiempo exacto de cocción para cronometrar desde que hierve (y no antes) son 9 minutos.
Es importante que inmediatamente rodees el huevo de agua fría, para cortar la cocción y evitar que se endurezca demasiado y el contorno de la yema se vuelva algo verdoso.
Huevo Poché
A diferencia del resto de tipos de cocciones, el huevo poché se cocina en el agua pero sin su cáscara. Aquí reside su dificultad, pero con este truco, no volverás a fallar. El huevo poché es ideal para comer sobre un tostón con sal y pimienta, o agregar a tu avocado toast.
Para comenzar habrá que poner a hervir el agua en una olla pequeña o jarra con unas gotas de vinagre.
Segundos después de que el agua rompa en hervor, mete el huevo sin cáscara envuelto en un cuadrado de papel film atado con un precinto de esos que vienen en los paquetes de pan lactal o una bandita elástica limpia.
La bolsita permitirá que visualices bien cuando la clara se vuelve blanca y cubre completamente la yema. Esto demora aproximadamente 3 minutos.
Con la práctica lo puedes hacer sin la bolsa con ayuda de una espumadera. Es importante la delicadeza utilizada para que el huevo no se rompa, pero parece más difícil de lo que es en realidad.
Un truco importante es hacerlo en una olla que permita contener un litro de agua por lo menos, de modo que la temperatura pueda mantenerse estable el tiempo necesario.
¿Con qué preparación vas a probar estos tips?
Este contenido se publica solo con fines informativos y no puede sustituir la labor de un profesional. Le recomendamos que consulte con su Nutricionista de confianza.
Para dudas, sugerencias de nuevos temas de cocina y comentarios, te invitamos a escribirnos a contacto@mdzol.com y responderemos a la brevedad.