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Tarta de jamón y queso: la receta fácil que nunca falla

Aprendé a cómo hacer una tarta de jamón y queso perfecta, con esta receta paso a paso bien sencilla.

Receta de tarta de jamón y queso paso a paso. Foto: Shutterstock

Receta de tarta de jamón y queso paso a paso. Foto: Shutterstock

La tarta de jamón y queso tiene, desde siempre, algo de salvadora. Llega a la mesa en días de apuro o en cenas improvisadas. Sin embargo, su simplicidad nunca le restó encanto. Al contrario, esa es la virtud de la receta, porque tiene pocos ingredientes y un sabor riquísimo. Así que... ¡manos a la obra!

Ingredientes:

  • 2 tapas para tarta (preferentemente de hojaldre, aunque puede ser criolla)
  • 200 g de jamón cocido
  • 250 g de queso mozzarella o cremoso
  • 3 huevos
  • 100 ml de crema de leche o, en su defecto, ½ taza de leche
  • 1 cucharada de queso rallado (opcional, pero suma sabor)
  • Nuez moscada (una pizca)
  • Pimienta negra recién molida
  • Sal (muy poca, porque el jamón y el queso ya aportan)
  • Un poco de aceite o manteca para engrasar el molde
Receta de tarta de jamón y queso: sencilla y deliciosa Foto: Shutterstock
Receta de tarta de jamón y queso.

Receta de tarta de jamón y queso.

Paso a paso de la receta:

  1. Precalentá el horno a 180 °C. Engrasá una tartera de unos 26 cm de diámetro con un toque de aceite o manteca. Colocá una de las tapas de tarta cubriendo bien el fondo y los bordes. Si es de masa criolla, pinchala con un tenedor para que no se infle durante la cocción.
  2. En un bowl, batí los tres huevos con un tenedor. Sumá la crema (o la leche), la pizca de nuez moscada, sal y pimienta a gusto. Mezclá hasta que quede todo integrado.
  3. Colocá sobre la base el jamón cocido. Si usás fetas, podés cortarlas en tiras gruesas o doblarlas al medio; si preferís cubos, mejor distribuirlos parejos. Encima, sumá el queso en trozos o rallado, sin miedo, cuanto más generoso, mejor el resultado. Luego volcá por encima la mezcla de huevos y crema, procurando que se distribuya bien por todos los espacios.
  4. Espolvoreá una cucharada de queso rallado por arriba para lograr una capa dorada y levemente crocante. Cubrí con la otra tapa de masa y cerrá los bordes haciendo el clásico repulgue o presionando con los dientes de un tenedor. Si te gusta más rústica, podés dejarla abierta (tipo quiche), sin tapa superior.
  5. Llevá la tarta al horno precalentado y cociná durante 25 a 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada. Si ves que el borde se dora antes que el centro, bajá un poco la temperatura para que se cocine parejo.
  6. Dejala reposar unos minutos antes de cortar. Es tentador comerla recién salida del horno, pero ese breve descanso permite que el relleno se asiente y no se desarme al servir. La textura justa es cremosa, pero firme.
  7. Podés acompañarla con una ensalada de hojas verdes o tomates cherry, aunque también se defiende sola. Tibia o a temperatura ambiente, sigue siendo igual de buena. Al día siguiente, incluso mejor, porque los sabores se asientan y el queso recupera su elasticidad con apenas unos segundos de microondas. ¡Y listo!