Pulgas y garrapatas: cómo proteger a los perros en la primavera
Con el aumento de la temperatura, estos parásitos resurgen y ponen en riesgo la salud de las mascotas. Consejos prácticos para dueños responsables.

En esta nota una serie de consejos para cuidar a los perros.
Canvaa primavera no solo trae flores y paseos más largos, también despierta a visitantes indeseados: pulgas y garrapatas. Con el calor y la humedad, estos parásitos encuentran el escenario ideal para reproducirse y volver a aparecer en patios, plazas y hasta dentro de los hogares.
Las pulgas completan su ciclo de vida en pocas semanas y pueden multiplicarse rápidamente, mientras que las garrapatas abandonan su letargo invernal para buscar un hospedador al que aferrarse. En ambos casos, los perros son las principales víctimas.
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Más que una molestia: riesgos para la salud
Aunque muchos dueños los asocian solo con picazón o incomodidad, estos parásitos son capaces de transmitir enfermedades graves.
Las pulgas pueden provocar alergias en la piel, caída de pelo, anemia en casos severos e incluso transmitir parásitos intestinales.
Las garrapatas, por su parte, son vectores de patologías como la ehrlichiosis o la enfermedad de Lyme, que afectan tanto a animales como a personas.
Por eso, los especialistas recomiendan actuar de manera preventiva antes de que aparezca la infestación.
Consejos para prevenir infestaciones
1. Tratamientos antiparasitarios: existen pipetas, comprimidos, collares y sprays diseñados para repeler o eliminar pulgas y garrapatas. La elección depende de la edad, peso y estilo de vida del perro, por lo que es clave consultar con un veterinario.
2. Higiene del hogar y el patio: aspirar alfombras, lavar las mantas de las mascotas y mantener el césped corto ayudan a reducir la presencia de parásitos. En jardines, conviene eliminar la maleza y evitar la acumulación de hojas secas.
3. Revisiones después de cada paseo; en temporada cálida, se recomienda inspeccionar el pelaje del perro, prestando atención especial a orejas, cuello, axilas y entre los dedos. Detectar una garrapata a tiempo evita complicaciones.
4. Atención al entorno humano: las garrapatas no distinguen entre perros y personas. Si un animal está infestado, el riesgo se extiende también a la familia, lo que refuerza la importancia del control temprano.
Un compromiso que dura todo el año
Si bien la primavera es la temporada de mayor actividad, en muchas regiones estos parásitos pueden aparecer durante todo el año. Por eso, la prevención no debe limitarse a unos meses, sino convertirse en un hábito permanente.
Cuidar a las mascotas significa también proteger a las familias. La llegada de la primavera es el recordatorio perfecto de que los parásitos vuelven con fuerza, pero también de que con prevención y constancia, los paseos y juegos al aire libre pueden disfrutarse sin riesgos.