En Argentina la felicidad alcanza su punto más bajo y golpea con fuerza a los jóvenes
Un relevamiento nacional evidenció una disminución en los niveles de bienestar personal, con los menores índices desde 2017.

Un estudio afirmó que los jóvenes reportaron uno de los niveles más bajos de felicidad.
CanvaLa percepción de felicidad en Argentina registró en 2025 su nivel más bajo de los últimos ocho años, según un reciente informe del Observatorio de Tendencias Insight 21, dependiente de la Universidad Siglo 21. El estudio reveló que apenas el 50,9% de la población afirma sentirse feliz con su vida, lo que representa una caída de 3,6 puntos porcentuales respecto a la medición del último trimestre de 2024, cuando el indicador había alcanzado un récord histórico del 54,5%.
La directora de Insight 21, Florencia Rubiolo, subrayó que este tipo de evaluaciones trasciende el plano estadístico: “Medir la felicidad no es solo una cuestión de números; es una herramienta para proyectar futuro. La felicidad es un componente esencial del desarrollo humano sostenible, porque incide directamente en el progreso integral de las personas y de la sociedad. Por eso, promover el bienestar debe entenderse como un recurso estratégico para el avance nacional”.
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Menor satisfacción personal y aumento del descontento
La encuesta también reveló una caída generalizada en los indicadores de satisfacción personal. Solo el 44,3% de los encuestados manifestó haber alcanzado las metas importantes que alguna vez se propuso. Asimismo, el 34,8% dijo sentirse conforme con la mayoría de los aspectos de su vida y apenas el 31,9% afirmó que no cambiaría nada si pudiera vivir nuevamente.
En todos estos casos, las cifras evidencian retrocesos respecto a 2024, siendo el más marcado la conformidad con la vida, que descendió 7,3 puntos porcentuales.
El impacto según edad y género
La baja en los niveles de felicidad se presentó de manera transversal: afectó tanto a hombres como a mujeres, a todos los grupos de edad y a la mayoría de los niveles educativos. Sin embargo, hubo dos franjas etarias particularmente golpeadas: los jóvenes de 18 a 29 años y los adultos de 50 a 59. Este último grupo experimentó el retroceso más pronunciado, con una disminución del 11,5% en comparación con el año anterior.
Educación y bienestar: una excepción en el posgrado
En cuanto a la relación entre educación y felicidad, el relevamiento mostró descensos en todos los niveles académicos, con una sola excepción: quienes cuentan con estudios de posgrado. En este segmento, el porcentaje de personas que se consideran felices subió de 65,4% en 2024 a 69,4% en 2025, lo que significa que casi siete de cada diez graduados de posgrado perciben un alto nivel de bienestar.
Un desafío social de gran alcance
Desde el Observatorio de Tendencias se enfatizó la importancia de diseñar políticas y acciones concretas para revertir esta tendencia, involucrando a organismos públicos, empresas, instituciones educativas y organizaciones sociales en la promoción activa de la felicidad y el bienestar.
El estudio concluye que, en un contexto económico y social complejo, la salud emocional y la satisfacción con la vida se convierten en indicadores clave para medir el desarrollo real de un país. Abordar la disminución en los niveles de felicidad no solo implica mejorar condiciones materiales, sino también generar entornos que favorezcan la realización personal y el sentido de comunidad.