El pueblo de Córdoba que tiene un mar y playas exquisitas
En el pueblo de Miramar de Ansenuza, en Córdoba, la laguna de Mar Chiquita se abre como un horizonte infinito que imita al mar, con playas amplias, atardeceres mágicos y una biodiversidad única en Sudamérica.
En el pueblo de Miramar de Ansenuza, la laguna de Mar Chiquita despliega un horizonte tan inmenso que muchos la confunden con el mar.
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A orillas de la inmensa laguna de Mar Chiquita, el pueblo de Miramar de Ansenuza guarda uno de los paisajes más sorprendentes de Córdoba. Quien mira su horizonte por primera vez suele sentir una ilusión marina: la sensación de estar frente al "mar", aun estando en plena llanura cordobesa.
Sus playas anchas, sus tonos salinos y sus puestas de sol rojizas hacen que este destino se vuelva inolvidable para quienes buscan descanso sin renunciar a la naturaleza.
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Miramar es un pueblo construido alrededor de un espejo de agua que cambia de forma constantemente debido a los desbordes del Dulce, el Xanaes y el Suquía. Durante el siglo pasado, esos movimientos crearon fenómenos inolvidables: avances del agua sobre edificaciones y la aparición de islas efímeras que hoy alimentan su mística.
Excursiones, playa y vida al aire libre
El pueblo de Miramar de Ansenuza ofrece hotelería variada, gastronomía casera y múltiples opciones para explorar la laguna. Una de las actividades más elegidas es navegar en pequeñas embarcaciones para descubrir sus rincones menos conocidos: islotes salinos, costas remotas y las famosas ruinas inundadas donde árboles petrificados emergen como esculturas naturales.
Miramar es ideal para el verano.
Caminar por sus playas también es un plan imperdible. La salinidad del agua deja huellas blancas sobre la arena y permite recorrer la orilla a pie o a caballo. Su costanera es elegida para paseos en bici, caminatas familiares y paradas fotográficas obligatorias, como las letras gigantes de “Miramar” o los miradores de madera donde se observa el vuelo de las aves.
Quienes quieran ver la laguna desde otra perspectiva pueden sumarse a excursiones en barco, gomón o lancha. Y si hay un consejo que repiten todos los viajeros es este: no irse sin ver el atardecer, porque la puesta de sol sobre Mar Chiquita es un espectáculo único en Argentina.
Un refugio de biodiversidad incomparable
Miramar se encuentra dentro del ecosistema protegido más importante de Córdoba: el Gran Humedal de Ansenuza, hogar de más de 350 mil flamencos australes, además de águilas moras, garzas, cisnes de cuello negro y falaropos que llegan desde Canadá.
Los atardeceres en este pueblo son únicos.
En los alrededores también habita el mítico aguará guazú, la especie de cánido más grande de Sudamérica, protagonista de leyendas locales por su particular aullido. A este ecosistema se suman pumas, zorros grises, nutrias, pecaríes y una fauna que convierte a Miramar en un paraíso para el ecoturismo.
Cómo llegar y dónde quedarse
Miramar está a 197 km de la ciudad de Córdoba. Para llegar se toma la RN 19 hasta pasar Río Primero, luego la RP 10 y finalmente la RP 17. En ómnibus, una opción es viajar con la empresa Fonobus.
Para alojarse, el pueblo ofrece campings, hoteles, hostel, hosterías y una amplia oferta de restaurantes. Entre los platos típicos, la tradicional carne de nutria —en escabeche, a la vinagreta o al vino— es una experiencia gastronómica que muchos viajeros se animan a probar para sentirse un lugareño más.



