El postre más fácil y rico del mundo: su receta lleva 4 ingredientes y es rápida de hacer
Este postre no es lo que esperás y por eso te va a encantar. Su receta lleva yogur, leche condensada y huevos. ¡Probalo!
Probá esta receta de budín de yogur y leche condensada.
Esta receta es una mezcla entre flan, budín de pan y cheesecake que se arma en menos de 15 minutos, se mete al horno y sale con la textura más rica del mundo. Un postre cremoso por dentro, dorado por fuera, y que tan solo lleva cuatro ingredientes. Nada de batidora, ni gelatina, ni base, ni baño maría.
Lo podés servir solo o con fruta, con dulce de leche, con mermelada, con crema o sin nada, porque es tan suave y rico que se banca solo. También lo podés hacer en un molde grande o en porciones individuales para una merienda especial. Se come frío o tibio, y al día siguiente está incluso mejor.
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Ingredientes (para una budinera chica o 4 porciones individuales):
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1 pote de yogur natural entero (200 g aprox.)
1 lata de leche condensada (400 g)
3 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Paso a paso de la receta:
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Precalentar el horno a 180°C.
En un bowl, mezclar los huevos con el yogur. No hace falta batir demasiado, solo integrar.
Agregar la leche condensada y la esencia de vainilla. Mezclar bien hasta que quede una preparación homogénea.
Volcar en una budinera o en moldecitos individuales previamente enmantecados o aceitados.
Llevar al horno por 35 a 45 minutos. Cuando esté dorado por arriba y al pinchar con un palito salga seco, ya está.
Dejar enfriar antes de desmoldar (si lo hiciste en budinera), o servir directamente en el molde si son individuales.
Es un postre suave, húmedo, con el dulzor justo y una textura que se deshace. Se puede tunear con ralladura de limón, canela o coco rallado, pero así como está, simple, ¡es riquísimo!