El crochet tiene su día: tradición artesanal que conquista al mundo moderno
Cada 12 de septiembre se conmemora esta técnica de tejido artesanal que inspira a millones de personas en todo el mundo.

El 12 de septiembre se celebra el Día Internacional del Crochet.
CanvaCada 12 de septiembre se celebra el Día Internacional del Crochet, una fecha que rinde homenaje a una de las técnicas artesanales más antiguas y apreciadas en todo el mundo. El crochet, también conocido como ganchillo, combina tradición, creatividad y destreza manual, y ha logrado mantenerse vigente a lo largo de generaciones gracias a su capacidad de adaptarse a nuevos estilos y tendencias.
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Cómo nació el crochet
El origen del crochet se remonta a siglos pasados y aún genera debate entre los especialistas. Algunos investigadores sostienen que surgió en Europa durante el siglo XVI, mientras que otros lo vinculan con prácticas textiles más antiguas de Asia y África. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, esta técnica fue perfeccionándose hasta convertirse en una forma de expresión cultural y artística con gran arraigo en diversos países.
La elección del 12 de septiembre como fecha de conmemoración busca visibilizar la importancia del crochet no solo como pasatiempo, sino también como actividad que ha tenido un papel destacado en la economía familiar y en la transmisión cultural. Para muchas comunidades, tejer a crochet ha sido durante décadas una fuente de sustento, además de un canal de socialización y enseñanza entre generaciones.
En la actualidad, el crochet experimenta un verdadero resurgimiento. Plataformas digitales y redes sociales han permitido que artesanos y aficionados de todo el mundo compartan sus diseños, técnicas y consejos. Grupos de tejido online, tutoriales en video y comunidades virtuales han ampliado el alcance de esta práctica, acercando a nuevas generaciones a un arte que parecía reservado a los ámbitos domésticos.
Los beneficios emocionales del crochet
El crochet no solo es valorado por su estética, sino también por los beneficios emocionales que genera en quienes lo practican. Diversos estudios señalan que tejer puede reducir los niveles de estrés, mejorar la concentración y fomentar la paciencia. Para muchas personas, el tiempo dedicado al crochet representa un espacio de meditación activa, donde la repetición de los movimientos genera calma y satisfacción.
La conmemoración del Día Internacional del Crochet también busca resaltar su aporte en el ámbito del diseño y la moda. Cada vez más marcas y diseñadores incorporan piezas de ganchillo en sus colecciones, revalorizando una técnica artesanal que combina lo clásico con lo contemporáneo. Desde accesorios hasta prendas de alta costura, el crochet ha demostrado que puede adaptarse a las exigencias del mercado global sin perder su esencia.
Asimismo, esta práctica artesanal tiene un lugar relevante en proyectos sociales y comunitarios. En numerosos países se organizan talleres de crochet como herramientas de inclusión, empoderamiento y capacitación laboral. Estas iniciativas permiten que personas en situación de vulnerabilidad desarrollen habilidades creativas con potencial productivo, generando nuevas oportunidades de ingreso económico.
En Argentina y en muchos otros países de América Latina, el Día Internacional del Crochet suele celebrarse con encuentros presenciales y virtuales, ferias de artesanos y talleres abiertos al público. Estos espacios no solo promueven la técnica, sino que también fortalecen la valoración del trabajo artesanal frente a la producción industrial.
El 12 de septiembre invita, entonces, a detenerse y reconocer el valor de una técnica que es mucho más que un pasatiempo. El crochet es historia, cultura y comunidad, pero también creatividad y resiliencia. Con cada puntada se entrelazan hilos que unen pasado y presente, demostrando que las tradiciones pueden renovarse sin perder su esencia.