Volvió el sillón: el truco casero para dejarlo como nuevo sin gastar de más

A veces lo ves y pensás: “este sillón ya fue”. Está medio vencido, el tapizado te da bajón y sentarse ahí no da la misma alegría de antes. Pero antes de pensar en tirarlo, venderlo por dos mangos o cubrirlo con una manta, hay un truco casero que puede revivirlo sin gastar mucho ni llamar a un tapicero.

El secreto está en un combo de limpieza profunda y cambio de apariencia con materiales fáciles de conseguir. Si el sillón es de tela (el clásico de pana, gabardina o lino), el primer paso es pasarle la aspiradora con cepillo duro, especialmente en las uniones. Después viene hacer una mezcla casera con vinagre blanco, bicarbonato, unas gotas de detergente neutro y agua tibia.

Se aplica con un cepillo de cerdas suaves o un paño microfibra, siempre en movimientos circulares y suaves. Se deja secar bien (ideal ventilado, pero sin sol directo) y ya con eso, vas a notar una diferencia gigante. Ahora, para lo estético, una funda elástica puede ser tu salvación. Las venden en ferias, o páginas en internet, y hay de todos los colores y texturas. También podés hacer una funda vos con una tela copada que elijas.

Y si el drama es que está medio hundido, un truquito es abrir la parte de abajo y reforzar con una placa de gomaespuma o hasta con cartón duro. No es eterno, pero te salva hasta que puedas hacerle algo más permanente.

Recuperar un sillón es más fácil de lo que parece. Lo importante es sacarse la idea de que hay que tirarlo todo para renovar un espacio. A veces, con un poco de ingenio y productos que ya tenés en casa, podés darle una segunda vida a algo que parecía perdido.