French toast saladas y con huevo: ideales para un brunch
Esta receta es fácil, calentita, con sabor a mimo. Se trata de una versión salada de las clásicas tostadas francesas, pero con queso derretido y huevo. Una bomba, pero bien equilibrada, que es ideal para desayuno tardío de domingo, cena rápida o incluso como entrada si tenés una comida con amigos.
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La base es re simple, lleva pan, huevo, leche y condimentos. En vez de azúcar, le ponés sal, pimienta, un toque de mostaza (si te copa), y un puñado generoso de queso rallado o en fetas. Cualquier pan sirve, pero queda mejor con uno medio durito, tipo de campo o de molde un poco viejo. ¿Te sobró pan? Esta receta lo rescata.
El procedimiento es igual al de las tostadas francesas dulces, pero versión salada. Batís dos huevos con un chorrito de leche, sal, pimienta y mostaza. Sumergís bien el pan (que absorba todo el líquido) y lo llevás a la sartén caliente con un toque de manteca o aceite. Cuando empieza a dorarse de un lado, lo das vuelta y ahí nomás le tirás arriba el queso, para que se derrita mientras se cocina el otro lado.
Lo mejor es que se hace en 10 minutos y llena, además que si te sobra alguna, al día siguiente las podés recalentar en horno o sartén y quedan buenísimas.
