Parece Francia, pero es Argentina: así es el pueblo que enamora con sus colinas y balnearios

Argentina cuenta con grandes pueblos para vacacionar y relajarse, especialmente si se prefiere escapar de los destinos con multitudes. Huerta Grande, ubicada en el Valle de Punilla, Córdoba, es un excelente ejemplo de este tipo de destinos tranquilos.

Este encantador paraje serrano se encuentra entre La Falda y Villa Giardino, y su nombre proviene de la fertilidad de sus tierras, propicias para el desarrollo de huertas debido a su suelo rico en humus.

En Huerta Grande, la naturaleza se presenta en su máxima expresión. El balneario local, compuesto por tres embalses rodeados de frondosa arboleda, ofrece un entorno ideal para disfrutar de la tranquilidad y desconectar del bullicio urbano. Este balneario, ubicado junto al río San Francisco, se ha convertido en un importante punto turístico de la región.

La plaza principal, que se encuentra frente a la iglesia Nuestra Señora del Carmen, es otro de los lugares destacados. Aquí, tanto lugareños como turistas se reúnen para disfrutar de picnics y contemplar los hermosos atardeceres. Además, los parajes de Piedras Grandes y Las Muyunas, un área protegida, ofrecen opciones para quienes buscan explorar la flora y fauna nativa de la región.

Uno de los atractivos más recomendados es la reserva natural, forestal y arqueológica privada Naguan Tica. Este espacio de 40 hectáreas conserva morteros y aleros utilizados por los pueblos originarios comechingones. Además, ofrece una oportunidad única para avistar animales como liebres, coipos y zorros mientras se realizan caminatas por sus senderos.

Otro sitio de gran interés es el cerro Dragón, desde donde se pueden disfrutar de impresionantes vistas panorámicas del paisaje serrano.

La cascada de Los Olmos, situada a 1.107 metros sobre el nivel del mar, es otro atractivo destacado de Huerta Grande. Además de su belleza natural, esta cascada provee de agua potable a la localidad.

Este pequeño pueblo en las Sierras de Córdoba, rodeado de paisajes montañosos, tiene un aire que podría recordar a las zonas rurales de la Provenza francesa o a algunos pueblos tranquilos de las colinas italianas, con sus senderos y la vida relajada.