Esta es la nueva tendencia de jardines lunares y te enseñamos cómo hacerlos
El paisajismo para el bienestar es la nueva tendencia en 2024 con la creación de jardines lunares, auténticos vergeles que despiertan sus encantos bajo la luz de la luna.
Los jardines lunares, estos oasis nocturnos, diseñados para disfrutar más y mejor después del atardecer, se inspiran en antiguas tradiciones japonesas y prometen una experiencia única para los amantes de la naturaleza.
El papel fundamental de la luna en la vida terrestre ha sido la inspiración detrás de esta nueva tendencia. Aunque a miles de kilómetros de distancia, la luna regula corrientes marinas, mareas, estaciones y nuestro propio ritmo fisiológico. Ahora, el paisajismo lunar busca fusionar la influencia celestial con la estética de la naturaleza, ofreciendo un entorno idílico para aquellos que buscan una conexión más profunda con el cosmos.
En Japón, cuna de la contemplación poética, los primeros miradores lunares surgieron en el siglo XVII. Estos espacios ajardinados, conocidos como tsukimidai, fueron diseñados para sentarse y disfrutar del reflejo de la luna en estanques y arroyuelos.
La tradición japonesa de medir el tiempo a través de las fases lunares se ha fusionado con la idea de crear un jardín lunar moderno, donde el espectáculo celestial se entrelaza con la flora y el agua, creando un ambiente sereno y místico.
Cada fase lunar se convierte en una exhibición de pureza en estos jardines, donde el reflejo de la luna interactúa con elementos como el follaje vegetal, las flores, el agua y los minerales. La poesía de las sombras y la penumbra se vuelve esencial en este paisaje nocturno, transformando cualquier jardín en un lugar evocador y mágico al caer la noche.
Un elemento clave en estos jardines lunares son las flores blancas que reflejan la luz lunar. Desde rosas albas hasta hortensias blancas, estas flores añaden un toque celestial al paisaje. Además, plantas que abren sus flores y exhalan fragancias al ponerse el sol, como la madreselva y el jazmín, estimulan el sentido del olfato, creando una experiencia multisensorial única.
La iluminación artificial complementaria, diseñada con patrones orgánicos suaves, evita la luz dura y crea un ambiente suave y celestial. La presencia de agua estratégicamente situada, ya sea en forma de estanque, fuente o cuenco de mármol, completa la experiencia celestial al reflejar el halo de la luna, ofreciendo un espectáculo nuevo cada noche en estos oasis nocturnos.