Los cinco destinos más espectaculares del mundo para viajar en Carnaval

El Carnaval ya se vive muchos países y sus colores y alegría atraen a miles de viajeros de todo el mundo dispuestos a vivir una experiencia inolvidable. Febrero es el mes que más celebraciones reúne en torno a esta tradicional fiesta y estos son los mejores destinos para viajar en esta época del año.

El despliegue de colores, disfraces, tradiciones, música, baile y energía llena magia a los destinos que se suman a estos festejos. Civitatis enumeró aquellos en los cuales se viven los carnavales más espectaculares y de mayor demanda por los viajeros. 

“Son cada vez más los usuarios de nuestra plataforma que deciden viajar durante estas fechas para conocer, disfrutar y contagiarse de la alegría que transmiten los carnavales de los diferentes destinos del mundo”, expresó Nicolás Posse, country manager de Civitatis Argentina.

Río de Janeiro, Brasil

Río de Janeiro es el destino de América que más sorprende para Carnaval. Además de ser uno de los destinos que más elijen los argentinos para vacacionar en el verano, es el lugar perfecto para vivir un festejo masivo y de gran despliegue como pocos en el mundo.

Este año, los turistas que visiten la ciudad brasileña durante la segunda quincena de febrero, podrán presenciar el desfile de las Escuelas de Samba y las carrozas con sus increíbles representaciones en el Sambódromo da Marqués de Sapucaí. Una verdadera maravilla cultural que combina el baile, las tradiciones, el sincretismo religioso y la historia brasileña. 

Venecia, Italia

Y si de Carnaval se trata, en Venecia se vive uno de los más glamorosos y antiguos del mundo. Su fama se debe no solo al diseño sofisticado de trajes y máscaras que hacen alusión a sus inicios de siglos pasados, sino también por estar enmarcado en el entorno cinematográfico protagonizado por sus canales.

Durante dos semanas las calles venecianas se colman de turistas quienes buscan interactuar y tomarse fotografías con personajes disfrazados enmascarados de gran estilo, originalidad y elegancia. Además, hay una gran cantidad de fiestas, desfiles, espectáculos urbanos y diversas recreaciones históricas.

Nueva Orleans, Estados Unidos

Quizás pocos tienen en cuenta este destino para esta fecha del año. Sin embargo, en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans, al Carnaval se lo conoce como “Mardi Gras”, que en francés significa “martes gordo” y se refiere a la práctica de comer alimentos ricos en grasas antes del ayuno de la Cuaresma. 

La ciudad se viste de fiesta y sus calles se llenan de música, baile y color con desfiles diarios de carrozas y personajes disfrazados con trajes sorprendentemente elaborados y llamativos.

Además, hay una gran fiesta a orillas del Río Misisipi que dura todo un día y puestos de comidas típicas como los dulces King Cakes.

Oruro, Bolivia

El Carnaval de Oruro es una de las mayores atracciones turísticas de Bolivia. El poblado, ubicado en el altiplano, adquirió relevancia gracias a este evento también conocido como Carnaval del Diablo, que tiene más de 200 años y fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. 

Los festejos giran en torno a ceremonias religiosas, bailes y despliegue de grupos musicales folklóricos tradicionales protagonizados por disfrazados con trajes extravagantes de gran colorido.

Uno de los grandes imperdibles de este acontecimiento, es el gran peregrinaje al Santuario del Socavón, un desfile que dura veinte horas a lo largo de cuatro kilómetros y está integrado por casi cincuenta grupos integrados por bailarines y bandas musicales vestidos con trajes que hacen honor a sus tradiciones ancestrales.

Niza, Francia

Otra de las ciudades de Francia que se viste de Carnaval es Niza. Allí, no solo sorprende su despliegue de carrozas, desfiles, puestos de comidas, y espectáculos callejeros, sino también el imponente paisaje que regala el Mediterráneo. Por la cantidad de visitantes que participan en esta fiesta, es considerado uno de los más grandes del mundo.

Sus principales atractivos son el desfile de las flores y su ornamentación de muy buen gusto, las carrozas con los personajes de la realeza y el pequeño bote que se quema en el mar con un cierre de fuegos artificiales sobre el agua.