Polémica: los miembros de la realeza que acuden a un vientre de alquiler

El príncipe Gustav anunció que junto a su mujer están esperando a su primer hijo y que la gestación se dio a través de un vientre de alquiler. El sobrino de Margarita II de Dinamarca genera así una fuerte polémica en la realeza europea, sobre todo en lo que se refiere a los derechos de sucesión.

Realeza: El príncipe Gustav y su esposa Carina acuden a un vientre de alquiler 

No es la primera vez que el príncipe Gustav genera una fuerte polémica en la realeza europea. El año pasado, por ejemplo, logró casarse con Carina Axelsson tras años de relación.

Es que el testamento del abuelo de Gustav indicaba 2 requisitos para ser miembro de la casa de Sayn-Wittgentein-Berleburg: pertenecer a la nobleza y ser de raza aria.

Carina no cumple con ninguno de los 2 y Gustav tuvo que luchar para poder contraer matrimonio con ella sin perder ninguno de los derechos como jefe de la casa mencionada.

Ahora, el hijo de Benedicta de Dinamarca y sobrino de Margarita II va aún más lejos y anunció que será padre a través de un vientre de alquiler, lo que ya genera debate respecto a la sucesión de la casa.

 

Esto es lo que se sabe sobre el embarazo por vientre de alquiler del príncipe Gustav y la princesa Carina

La casa de Sayn-Wittgentein-Berleburg fue la encargada de dar a conocer la noticia. Mediante un comunicado, indicó que el príncipe Gustav y la princesa Carina “están esperando su primer hijo” y que para esto “la pareja ha recurrido a la gestación subrogada”.

También expresó que tanto Gustav como su esposa están “felices por esta oportunidad” y agradecidos con “todos aquellos que les han ayudado a encontrar un camino legal para llevar esto a cabo”.

Por el momento, no se conocen más detalles acerca del bebé, aunque se dice que el nacimiento tendría lugar durante el próximo verano europeo.

Además de lo que supone en sí la cuestión de los embarazos mediante vientre de alquiler, la noticia genera una fuerte polémica en el seno de la realeza. Esto se debe a que el bebé de Gustav se convertiría en el heredero de la casa de Sayn-Wittgentein-Berleburg.

La legislación de Alemania, país en el que reside el matrimonio, se opone a este tipo de gestación y reconoce como madre a la mujer que da a luz, siempre y cuando no haya adopción formal de por medio.

Por lo pronto, habrá que esperar para ver qué ocurre con esto y si, en efecto, Gustav podrá nombrar como heredero al hijo que nacerá fruto de un vientre subrogado.