La vez que Beatriz de los Países Bajos hizo una huelga de hambre para poder casarse

Máxima de los Países Bajos no es la única royal neerlandesa que fue resistida ante la idea de un casamiento. Su suegra, la princesa Beatriz, también debió imponerse para lograr que la dejaran contraer matrimonio con Nicolás de Amsberg, y para esto tuvo que llegar al extremo de hacer una huelga de hambre.

Máxima de los Países Bajos y la curiosa tradición matrimonial de la monarquía neerlandesa

Ya han pasado 21 años desde la boda de Máxima de los Países Bajos y el rey Guillermo Alejandro I, quien por entonces era príncipe debido a que su madre, la reina Beatriz, aún no había abdicado en su favor.

A pesar del paso del tiempo, la polémica que giró en torno a la unión matrimonial se mantiene presente en todo el mundo. Es que la sociedad neerlandesa, y muchos de los miembros de su monarquía, se oponían al casamiento debido a los vínculos de la familia de Máxima Zorreguieta con la última dictadura militar argentina (su padre, Jorge, se desempeñó como secretario de Agricultura y Ganadería entre 1979 y 1981).

Lo curioso de esto es que, lejos de ser una novedad, se trató de un nuevo episodio en el extenso historial de los monarcas neerlandeses y sus enamorados/as con pasado polémico.

La reina Juliana, por ejemplo, fue una de las royals que lo vivió en carne propia. La madre de Beatriz y la abuela de Guillermo Alejandro I se casó en 1937 con Bernardo de Lippe-Biesterfeld. Sin embargo, su relación fue resistida por gran parte del pueblo debido a que este era alemán y la sociedad desconfiaba de los posibles vínculos con un país en el que Adolf Hitler adquiría cada vez mayor poder.

La reina Beatriz y la huelga de hambre que tuvo que hacer para que la dejaran casarse con su novio alemán

La historia volvió a repetirse apenas unas décadas más tarde. Beatriz conoció a Nicolás de Amsberg en 1964 y se enamoró perdidamente al instante. Nicolás, cuyo nombre de origen era Klaus von Amsberg, también era alemán, había pertenecido a las Juventudes Hitlerianas y había servido en la Whermacht, que eran las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi.

Todos estos fueron motivos suficientes para que el pueblo de los Países Bajos y la propia familia de Beatriz se opusieran a la relación. No obstante, la futura reina sabía bien lo que quería y no pensaba ceder ante las resistencias.

Fue así como llegó a implementar una huelga de hambre que, se dice, mantuvo durante 3 días, hasta que finalmente aprobaron el matrimonio. El Parlamento neerlandés hizo lo propio y puso la condición de que Klaus renunciara a su nacionalidad alemana y cambiara su nombre, lo cual hizo por Nicolás.

Beatriz y Nicolás se casaron en 1966 y estuvieron juntos hasta el 2002, año en que este falleció a sus 76 años.