Tips para quitar el mal olor del calzado

El mal olor en el calzado es un problema muy común, más de lo que tu crees. Una de las principales causas es la bromhidrosis, término médico que se utiliza para definir el olor corporal exagerado o anormal provocado por la descomposición de la secreción de las glándulas sudoríparas.

Pero más allá de esta cuestión dermatológica muchas veces el tipo de calzado favorece los malos olores: Las zapatillas realizadas con materiales sintéticos suelen ser  "poco transpirables". Al haber más sudor, aumenta el riesgo de que aparezca el mal olor.  A veces son los tratamientos químicos que se realizan en la elaboración de los calzados lo que generan mal olor.

Por eso una de las primeras recomendaciones básicas para combatir este problema es lavar periódicamente el calzado y ventilarlo. 

Si aún así no logras resolverlo, hay otras alternativas: 

Sacos de té y aromáticas. Sirve para contrarrestar olores medios, no demasiado fuertes.  Como si los zapatos o zapatillas fueran una taza, debes colocar saquitos de té dentro del calzado y dejarlo por varias horas para que se impregne de buen perfume. También se pueden colocar otras plantas aromáticas de perfume intenso como salvia, lavanda, incluso laurel, albahaca.

Bicarbonato de sodio. El bicarbonato evita la acidez de una sustancia, regula en PH y evita la formación de microorganismos. Por eso resulta una buena alternativa para combatir los malos olores del calzado. Se aplica igual que el talco sobre el interior del calzado y actúa contra los malos olores. 

Cáscaras de cítricos. Está comprobado que cuando uno ralla una naranja, mandarina o un limón el perfume de los cítricos invade toda la casa. Por eso éstos pueden ser una alternativa no para quitar el mal olor, sino para taparlo con un aroma más intenso y agradable. Colocar cáscara de cualquiera de los cítricos dentro del calzado durante varias horas. 

Atado mágico. Esta es una receta casera para combatir un nivel alto del calzado que combina un poco de las anteriores. Colocar en un pequeño trozo de tela, bicarbonato junto con algunas gotas de aceite aromático. Formar un atado. Tengan en cuenta que los aceites esenciales se deben aplicar en pequeñas cantidades. Son super recomendables los de eucalipto y lavanda aunque también se pueden utilizar los de romero, jazmín, menta o pachuli.  Dejar el atado toda la noche dentro del calzado.